La Nariz de Shostakovich, segunda ópera de la temporada 2013/3014 de la MET OPERA, da la vuelta al mundo. Y recaló en Yelmo Málaga Plaza, dentro de su programación de Ópera y Danza para esta temporada 2013-2014.
Texto: Françoise Chabassier | Fotos: web
Yelmo - Plaza Mayor. En directo desde la Metropolitan Opera House de Nueva York. 26/10/2013
El sábado 26 de octubre a las 19h00 (en Nueva York a las 14h00), Yelmo Plaza Mayor y muchos otros cines en el mundo, ofrecieron la oportunidad de disfrutar de la ópera La Nariz en directo y en exclusiva desde el Metropolitan Opera House de Nueva York, en alta definición, en sonido digital y subtitulada en español.
La Nariz, de Shostakovich (1906, San Pétersburgo, 1975, Moscú), es una ópera inusual e iconoclasta en tres actos sin intermedio. La duración total alcanza apenas las dos horas. Está basada en el cuento homónimo escrito en 1836 por Nikolaï Gogol, dirigida por Pavel Smelkov. The Metropolitan Opera, el Festival d'Aix-en-Provence y L’ Opéra Nationale de Lyon encargaron a William Kentridge la puesta en escena actual de la ópera y La Nariz se estrenó en 2010.
Fue estrenada por primera vez en 1930 en Leningrado. Tanto el cuento como la ópera se desarrollan en la primera mitad del siglo XIX. Después de dieciséis representaciones, con mucho éxito popular, fue censurada por las instituciones soviéticas. Shostakovich escribiría solo una ópera más, verdadera obra maestra, "Lady Macbeth de Mtsensk", que casi le cuesta la carrera y la vida. “La Nariz” no se representó otra vez en la Unión Soviética hasta 1974, cuando fue repuesta por Gennady Rozhdestvensky y Boris Pokrovsky. Sin embargo, en la puesta en escena actual, a cargo del dibujante y cineasta sudafricano William Kentridge, la historia se ambienta en los años del estalinismo duro, cuando la ópera fue compuesta, escenificada y censurada por las autoridades culturales de la Unión Soviética.
Es imposible separar la partitura del libreto porque forman una composición perfecta. El joven Dimitri Shostakovich, supo traducir musicalmente el absurdo de la historia que narra el cuento de Nikolai Gogol y presagia a Kafka y al realismo mágico. Tiene múltiples lecturas con su sátira social y política. “La Nariz” empieza con un hecho desconcertante, al levantarse una mañana, el barbero Yakovlevich encuentra dentro del pan con que va a desayunar una nariz. De inmediato, la identifica como la nariz de uno de sus clientes, el Mayor Platón Kuzmich Kovalyov, oficial de bajo rango. Confuso y queriendo evitar problemas, Yakovlevich intenta sin conseguirlo desprenderse de la nariz. El Mayor Kovalyov, a su vez, despierta y descubre alarmado que no tiene nariz y, en su lugar, la cara aparece completamente plana. Sale a buscar ayuda y, para su desesperación, descubre que la nariz, su nariz, ha adquirido vida propia y se pasea por toda la ciudad como oficial de rango más alto que el mismo Kovalyov.
Entonces aparecen todos los males de una sociedad, la de la época del zar Nicolás I (pero también de muchas otras), en la que destacan la corrupción, la burocracia, las convenciones sociales y las apariencias.
El compositor utilizó todos los recursos musicales que estaban a su disposición en los años 20, desde la música religiosa tradicional rusa a canciones populares y atonalidad, pasando por el jazz. Reproduce con los instrumentos un sinfín de sonidos cotidianos como son el trotar de los caballos, el hipo de los borrachos, el paso de la navaja sobre la piel durante el afeitado o el martillo del médico. A través de esos recursos musicales, cánones y cuartetos, se organiza el aparente caos.
La orquesta de cámara con una gran sección de percusión, se compone de nueve percusionistas, e incluye instrumentos del folklore ruso, sobresaliendo una balalaika solista. Los personajes son más de setenta. Tanto las partes instrumentales como las vocales son tremendamente difíciles, en especial por la tesitura que exige la escritura de este compositor. El reparto vocal es mayoritariamente ruso. La interpretación magistral del barítono brasileño, Paulo Szot, llorando la pérdida de su nariz, es fantástica así como la de los dos tenores que lo acompañan. En el papel de Madame Podtochina una mezzosoprano y en el de su hija una soprano de cuyos nombres no se sabe nada (no aparecen en ninguna parte, ni en el folleto tampoco en internet). Es una pena porque sus voces son pura delicia. Shostakovich estructura la ópera como una sucesión de escenas como si se tratara de una película de cine mudo. Según una crítica del compositor británico Gerard McBurney para Boosey & Hawkes, La Nariz es una de las mayores obras maestras del joven Shostakovich, una performance electrizante de acrobacias vocales, colores instrumentales salvajes y absurdo teatral, todo a través de una mezcla devastadora de risa y enojo... El resultado, en las manos despiadadamente irreverentes de Shostakovich, es como una versión operística de Charlie Chaplin o los Monty Python... “
Si La Nariz aparece como un conjunto musical muy compacto, de una gran calidad artística, lo que hace extraordinaria esta producción de la ópera es la puesta en escena del artista sudafricano William Kentridge . Es fabulosa, delirante y llena de fantasía y ritmo. Pone en relieve la importancia de la ópera como lugar de encuentro entre teatro, música, belleza plástica y canto. Un impresionante collage de recortes de prensa e imágenes de la vida rusa de los años veinte, cubre de arriba a abajo el escenario. Se ve a Shostakovich tocando el piano con una nariz superpuesta en su cabeza, a una bailarina que puede ser Anna Pavlova bailando con cabeza de nariz, destacan imágenes de Lenin, banderas rojas, Stalin que aparece y desaparece, dejando solo su pipa humeante como un recordatorio triste e imborrable en la historia rusa. La acción está acompañada por proyecciones, casi todas en blanco y negro o sepia. Se abren agujeros para revelar la habitación de Kovalyov, la barbería, aparecen calles, un puente. Todo queda perfectamente integrado en aquel inmenso e inusual telón.
Pasé una tarde lírica maravillosa y enormemente entretenida. El cine Yelmo de Plaza Mayor está completamente adaptado para este género. Me daba la impresión de estar en The Metropolitan Opera House en Nueva York sentada al lado de los espectadores neoyorquinos y viviendo en directo las mismas sensaciones. Nariz en ruso se dice hoc pero si lo ponemos al revés o sea coh significa sueño. Entonces, pensé que seguramente era un juego de palabra que hizo Shostakochky para hacer un guiño a sus contemporáneos y que el sueño que no pudo realizarse en su tiempo y por razones políticas, gracias al genio de William Kentridge se hizo realidad. Puede que con el paso del tiempo todo sea posible.
Reparto:
Inspector de policía: Andrey Popov (tenor con registro muy alto)Kovalyov, funcionario: Paulo Szot (barítono)
La Nariz: Alexander Lewis (tenor)
Director: William Kentridge
Director de escena: William Kentridge, Luc De Wit
Director musical: Pavel Smelkov
Video, compositor y editor: Catherine Meyburgh
Proyecciones: Catherine Meyburgh, William Kentridge
Escenografía: William Kentridge, Sabine Theunissen
Vestuario: Greta Goiris
Iluminación: Urs Schönebaum