Teatro Cervantes, 22/10/2011
Texto: Alfonso Urdiain Hermoso de Mendoza | Fotos: José Cortes-archivo, Webs Festival de Silly, enclave y rtbf
Una lluviosa y futbolera tarde del sábado, con nada menos que un Málaga-Real Madrid a la misma hora, nos regaló un inesperado casi lleno en el Cervantes. El veterano y laureado director invitado Ros Marbá condujo a nuestra orquesta por obras de Toldrá, Brahms y Dvorak en un concierto en homenaje a Picasso.
Entre el heterogéneo público que acudió al concierto del pasado sábado destacó la vuelta al Cervantes del nutrido grupo de norte europeos, habituales en anteriores temporadas de las veladas sabatinas con la filarmónica, fácilmente reconocibles por su “saber estar”, elegante atuendo y por las copas de cava previas en el concurrido bar frente a la entrada de artistas y las posteriores en el entreacto. Muy europeo, muy “chic”.
Comenzó la velada con el obligado aplauso a la concertino y el subsiguiente afinado de instrumentos desde su “la”, tras el que apareció entre nuevos aplausos el maestro Ros Marbá -sin partitura- para guiar a la orquesta en su apuesta personal por el compositor español E. Toldrá (1895-1962) y su Scherzo de La Hija del Marchante, un movimiento de solo diez minutos que contiene un mundo sinfónico en si mismo, alternando pasajes con fuerza romántica con “pianos” evocadores, todos ellos con una clara influencia localista y popular catalana. Desconocía esta obra y me gustó mucho, como al resto del respetable que correspondió con aplausos.
Tras la recomposición del escenario para ubicar a la violín y chelo solistas comenzó el doble concierto de Brahms, última obra concertante del compositor germano en la que se reconcilió con el violinista (y también compositor) Joseph Joachim, tras haber tenido una pequeña disputa. La obra se estrenó en 1887 con Joachim como solista bajo la batuta del propio Brahms. En el desarrollo de la obra el compositor se muestra preocupado por equilibrar la importancia de ambos instrumentos solistas, si bien el violonchelo tiene prioridad en la exposición de los temas.
Ros Marbá y los solistas dependieron en exceso de la partitura en esta obra, mermando parcialmente su potencial de expresividad y comunicación. Esta cuestión –“con o sin partitura”- me gusta destacarla habitualmente en mis crónicas ya que es un potente indicador del grado de dominio de la obra y de la auto confianza del director o intérprete. Cuando se liberan de la partitura es cuando se pone de relieve su gran preparación, talento y confianza. Solo unos pocos grandes afrontan este reto.
Lucimiento de la violín solista Vineta Sareika, que fue quien aportó mayor expresividad y esfuerzos de comunicación con el chelo Christian Pierre La Marca. Ambos forman parte del Trio Dalí y pudimos apreciar un excente entendimiento entre ellos y con la orquesta. Me gustó especialmente la agresividad de Vineta al afrontar los pasajes con mayor fuerza expresiva.
Ambos solistas tocaban sendos instrumentos datados sobre el 1700, del luthier veneciano Matteo Gofriller, famoso por sus chelos -Pablo Casals tocaba uno-. Decir sobre ellos que el volumen y proyección del violín fue algo inferior a otros escuchados en el Cervantes y que el chelo se llevó un recuerdo en forma de pequeño arañazo al escapársele el arco al interprete al final del último movimiento.
Magnífico bis de los solistas, Passacaglia de Johan Halvorsen (basado en una pieza para clave de Händel), que gustó si cabe más que el propio concierto.
Poco diré de la celebérrima novena sinfonía de Dvorak, conocida como “del nuevo mundo”, que vivimos a continuación, un imprescindible para escuchar muchas veces, sin hastío, descubriendo sus infinitos matices. Solo hablaré de la magistral interpretación que tuvimos ocasión de gozar, Ros Marbá sin partitura y la orquesta entregada –aunque nada parecido a la magia de hace dos semanas con Lacombe-. La Orquesta muy bien; la percusión fue soberbia, pese a las limitaciones del espacio escénico; las cuerdas y vientos muy bien, salvo un par de notas que sobraron en uno de los solos de la madera, quedando en anécdota.
Puedes comentar este artículo en facebookPróximos conciertos y artículo relacionado: “Atractiva programación de clásica y lírica en el Teatro Cervantes”.
Orquesta Filarmónica de Málaga
Director: Antoni Ros Marbá
Violín: Vineta Sareika
Violonchelo: Christian Pierre La Marca
Scherzo de la Hija del Marchante, E. Toldrá
Doble concierto para violín, violonchelo y orquesta, J. Brahms
Novena sinfonía “del nuevo mundo”, A. Dvorak