Teatro Cervantes, miércoles 27/02/2013
Texto: Alfonso Urdiain Hermoso de Mendoza | Fotos del autor y web
La literatura francesa, vista a través de su música, fue la protagonista de un interesante concierto donde el público no apareció.
El pasado Festival de Plácido Domingo obligó a retrasar el cuarto concierto de temporada al martes y miércoles de la Semana Blanca precediendo al día de Andalucía, un motivo adicional para provocar la ausencia del público en ambos días.
Ni siquiera los abonados acudieron a la cita del martes en la que el Cervantes presentó un cuarto de aforo, circunstancia que se agudizó el miércoles, habiendo más músicos en el escenario que melómanos en el patio de butacas.El programa elegía como eje -y título- el concierto para violonchelo y orquesta del ahora casi centenario Henri Dutilleux, compositor considerado por muchos como proa de la música francesa actual, si bien escasamente conocido -y entendido- en nuestra ciudad.
Estos motivos no restan validez ni brillantez a la propuesta de Edmon Colomer en uno de los programas más interesantes de esta temporada, en el que la literatura francesa, vista a través de su música, fue la protagonista.
El célebre “can-can” de la obertura de Orfeo en los Infiernos de Offenbach, que ya escuchamos en el concierto de bienvenida, fue el encargado de abrir la velada. Página en extremo conocida que puede llegar a eclipsar el sugerente trabajo del compositor y los posteriores arreglos del vienes Carl Binder, que precisamente fue quién añadió a la obertura ese “cancan de los infiernos” así como el “solo de violín de Orfeo”. Colorista interpretación de la filarmónica con acertados solos de oboe, clarinete, violonchelo y violín.
El concierto para violonchelo y orquesta Todo un Mundo Lejano fue encargado a Dutilleux por el célebre chelista Mstislav Rostropovich y se encuentra inspirado por Las Flores del Mal del poeta Baudelaire, no de forma explícita, solo osmótica, sin pretender ilustrar los poemas. La partitura es de clara estética contemporánea atonal, apreciándose una orquestación luminosa y una exaltación del virtuosismo del instrumento solista “en una acuerdo sutil con la orquesta” (Jean Roy). Virtuosismo sin duda el que demostró el andorrano Luis Claret con su violonchelo en una sentida lectura de la partitura. Gracias a la intensidad interpretativa, personalmente me interesó la obra -como a quién le interesa conocer las opiniones de los demás sin compartirlas, ya conocen mis preferencias tonales-, resultó rara e inspiradora.Lo mejor de la noche fue la maravillosa segunda parte en la que la hiriente belleza de las obras se hizo tangible en las notas de una orquesta notablemente cohesionada y de unos solos inspirados.
Mágica resultó la obra incidental de Fauré, Peleas y Melisanda, que nos introdujo en su misterioso mundo de leyenda, en un bosque donde nunca llega el sol. Sensacional el arpa (solo se usó una pese a que la orquestación original requiere dos) y flauta, destacando la interpretación de la evocadora Canción de Melisanda.
Sensacional Dafnis y Cloe de Ravel, haciendo gala de un exuberante impresionismo musical que en el primer movimiento -Amanecer- nos retrató vividamente la grandeza de un nuevo día. Notable control de la dinámica en apoyo de la expresividad. Sobresalientes solos de flauta de Jorge Francés (en la foto de cabecera) en el segundo movimiento -Pantomima- y notable conclusión final con la Danza General.
El director titular Edmon Colomer se sintió cómodo a lo largo del concierto, pintando con la orquesta las notas de la partitura. Los habituales trucos efectistas para alargar los aplausos más allá de lo normal -ahora saludo a los solistas, ahora levanto a los vientos, ahora me voy dejando la orquesta en pié pero vuelvo rápidamente, ahora vuelvo a saludar, etc.- resultaron algo fuera de lugar dado lo exiguo del público y el moderado entusiasmo en las palmas, que se acrecentó notablemente tras la obra de Ravel, escuchándose algún bravo.
Las Flores del Mal
Concierto nº 4 de la Temporada de Abono
Orquesta Filarmónica de Málaga
Director: EDMON COLOMER
Orphée aux enfers (Obertura) J. OFFENBACH
Tout un monde lontain H. DUTILLEUX
Peleas et Mélisande, op.80 (Suite) G. FAURÉ
Daphnis et Chloè (Suite nº 2) M. RAVEL
Solista: LLUÍS CLARET, violonchelo
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