Teatro Cervantes, 26/05/2012
Texto: Alfonso Urdiain Hermoso de Mendoza | Fotos: web
Buen concierto de corte romántico en el que el excepcional chelista Johanes Moser supo conectar con la orquesta y público en una brillante interpretación.
Johannes Moser es uno de los violonchelistas cuya trayectoria merece la pena seguir, más ahora que disfruta de una rebosante madurez musical y un merecido reconocimiento internacional, que -por ejemplo- le permitió el pasado octubre ejecutar impecablemente a Schumann junto a la Berliner bajo la batuta de Zubin Metha.
Hace ya tres años que los espectadores malagueños le descubrimos en la sala María Cristina, -también junto a la Orquesta Filarmónica- en un espléndido concierto de Haydn y el pasado fin de semana tuvimos la oportunidad de reencontrarnos con él en el Cervantes en una memorable interpretación del Concierto para Violonchelo del francés Edouard Lalo.
Las evocaciones españolas del compositor -de familia emigrante- se manifestaron evidentes en el movimiento central del concierto, donde un Moser expresivo y desinhibido demostró su maestría en el instrumento con una digitación precisa, fluida y vigorosa, exhibiendo el dominio de su Guarneri soltando la mano del mástil en las notas de las cuerdas libres.
Soberbio movimiento final -el tercero- en el que contrasta el comienzo del chelo en re-menor con el vivace que se encadena en mayor, progresando en unos continuos diálogos del solista con la orquesta que concluyen en un final común.
Excelente proyección del vilonchelo Andrea Guaneri, construido en 1694, que inusitadamente llenó una sala tan acústicamente muerta como el Cervantes.
Intensos aplausos del público al concluir la obra que propiciaron como bis un emotivo Allemande de la Suite para Chelo n 1 de Bach, que nos supo a poco.
La partitura "pinta" un paisaje de Escocia en el que se evocan lugares, leyendas, o incluso se retratan las sonoridades del pibroch -música de gaita escocesa sobre un motivo pentatónico-, pero en la que será imposible encontrar tintes expresos nacionalistas, folklóricos o populistas -que el compositor deploraba-, encontrando solo fragmentos con algún recuerdo folklórico, siempre elegantemente transpuesto y elevado sobre sus raíces.
El biógrafo Erik Werner apuntaba que "En todo el primer movimiento respiramos el aire pesado y denso de la bruma de las montañas de Escocia; en consecuencia, está orquestada masivamente y su colorido es oscuro. En marcado contraste con esto, el scherzo... nos recuerda las joviales danzas folclóricas de los escoceses con sus gaitas. El tema es pentatónico, como las canciones folclóricas gaélicas."
De todas formas, seamos cautos, Mendelssohn detestaba la música con referencias extramusicales explícitas por lo que sería erróneo que nuestros prejuicios nos permitieran ir más allá de la evocación. No nos vaya a ocurrir como a Schumann que, creyendo que era la Italiana en vez de la escocesa, dijo de ella que es "tan bella como para compensar a un oyente que nunca hubiera estado en Italia”...
Excelente interpretación de la “Escocesa” por la Filarmónica liderada de memoria por el director invitado Sebastián Lang-Lessing, buen conocedor de la obra y a quien se le vio preocupado por los contrastes dinámicos y de tempo, ofreciéndonos un segundo movimiento -scherzo- algo acelerado que trastocó su carácter cantabile y lírico -si bien resultó interesante-, en el que destacó la sobresaliente intervención del clarinete emulando los sonidos de la gaita. Buen trabajo a lo largo de la obra de la percusión y del resto de los vientos, en especial oboe y flauta.
Satisfacción y profusos aplausos de los espectadores que lograron completar medio aforo en el concierto del sábado –que contraprogramaba al popular Festival de Eurovisión- resarciendo el fiasco del anterior concierto de temporada. De cualquier forma parece que el programa no termina de cuajar en el público ya que cuesta recordar un Concierto de UNICEF tan despoblado como éste. Como comentaba en mi anterior crónica, parece necesario un cambio de rumbo en la dirección de nuestra Filarmónica.
Orquesta Filarmónica de Málaga
Director: Sebastian Lang-Lessing
Violonchelo: Johannes Moser
Manfred. Obertura, R. Schumann
Concierto para violonchelo y orquesta en re menor, E. Lalo
Sinfonía nº 3 en mi menor, Op.56, “Escocesa”, F. Mendelssohn