10/06/2016. Teatro Cervantes.
Texto: Alberto Medina | Fotos:
En una noche que prometía un aforo casi completo, el programa número catorce de la Orquesta Filarmónica de Málaga comenzó con la Sinfonía Concertante de Prokoviev. Esta pieza, realmente no es una sinfonía ni un concierto, originalmente era un concierto que terminó en un cajón tras su fracaso en su estreno en 1938. Tras conocer Prokoviev al concertista Mstislav Rostropovich, el concierto fue reescrito como una Sinfonía Concertante, es decir, una pieza en la que el solista y la orquesta son igual de importantes. Genial la actuación del concertista malagueño e internacional Pedro Peláez Romero, sobre todo en la compleja exposición del segundo movimiento, allegro giusto, que empieza presentando el tema lleno de energía; y en el dinámico final basado en el segundo movimiento con una dinámica danza final.
Alexander Borodin fue un gran químico ruso que dedicó su tiempo libre a componer música clásica. Incluso muchos de sus coetáneos le criticaron que no dedicara más tiempo para componer. Esta ópera tiene como argumento las campañas del príncipe Igor frente la invasión de las tribus nómadas en el siglo XII ,y estas danzas polovtsianas representan el momento del segundo acto cuando el príncipe Igor y su hijo Vladimir son hechos prisioneros y entretenidos por los polovtianos. Aunque comenzó con la composición en el año 1869, Borodin moriría en 1887 de manera repentina. Rimsky-Korsakov y Glazunov terminaron la ópera hasta ser estrenada en 1890. El éxito de las danzas proviene de cuando Diaghilev las presentó dentro de su espectáculo en París. Con un gran don para la melodía y el ritmo, la dirección de Kaspar Zehnder nos hace preguntarnos qué hubiera pasado si Borodin hubiera dejado de lado la química.
La Mer (El Mar) es la obra cumbre de Claude Debussy y también todo un tratado sobre el impresionismo, saca de las profundidades el secreto oculto de los océanos. La música de Debussy se encuadra dentro de lo que se llamó música impresionista, una música de gran sonoridad que nunca progresa hacia un objetivo determinado. Debussy no tenía una educación musical formal e introdujo en La Mer una serie de ingredientes: la música de Bach, la música de las islas del Pacífico que conoció en la Exposición Universal de París 1889, la armonía de Chopin, la naturaleza estilizada de los grabados japoneses, la influencia de la música rusa de Tchaikovsky y Mussorgsky, y finalmente el color orquestal de Richard Strauss. Debussy subtituló a La Mer como Trois Esquisses symphoniques (Tres bocetos sinfónicos) aunque Debussy rehúye de la estructura esencial de la sinfonía. El director checo Kaspar Zehnder evocó en toda la obra el misteriode los océanos y la interacción de las fuerzas poderosas, despertando en el público malagueño los estados de ánimo que se evocan por el mar.
Director Kaspar Zehnder
Sinfonía concertante en mi menor, para violonchelo y orquesta, Op.125, S. Prokofiev
Pedro Peláez, violonchelo
(Primer Premio del I Concurso de Jóvenes Talentos Musicales Andaluces)
Danzas polovtsianas (de la ópera El príncipe Igor), A. Borodin
La Mer, CD.111, L.109, C. Debussy
Duración 1.40 h. (c/i)