Jul 15 2012

Terral. Festival de Verano 2012. Teatro Echegaray. 12/07/2012

un momento del concierto con el gran bombo sinfonicoLa música contemporánea también tiene su espacio en el Terral 2012

Texto: Miguel Ángel Barba | Fotos: Daniel Pérez / TE

Sobre el escenario del Echegaray cuatro buenos músicos que transmiten una buena dosis de emociones y que saben desenvolverse en todo tipo de registros y tesituras.
Bienvenidos al ritmo con consistencia.

Ya con el primer tema a dos marimbas, Omphalo Centric Lecture, de N. Westlake, sugerencias y matices se apoderaron del aire, produciendo seductoras texturas que evocaban sonidos ancestrales; no en vano la marimba se desarrolló a partir del Balafón, con el que comparte sonoridades.

interpretando Musique de TableUna obra para multipercusión, Trio per uno, del compositor serbio N. J. Zivkovic, puso el primer contrapunto con la poderosa fuerza del bombo Gran Cassa y un endiablado ritmo de bongos que se vio atemperado con su segundo movimiento, Contemplativo, de una gran belleza melódica, en la que vibráfono y platillos produjeron un efecto de amerizaje. Tras la calma, la tempestad, un tercer movimiento para timbales y cajas nos retorna de nuevo a ese lugar de nuestros cuerpos en el que las vibraciones y los timbres reverberan y nos llevan a sentir cosas muy distintas, mas primigenias.

el cuarteto de musicos de Psappha a las marimbasPsappha juega con las emociones descolgándose con una preciosista y bellísima adaptación para marimbas del afamado Adagio para cuerdas de Samuel O. Barber en la que, nos avisan, el color que proporciona la madera dota a esta pieza de una gama de connotaciones altamente emocionales y, efectivamente, la tempura del material natural, vivo, su expresividad percutida, la interpretación cargada de sugerentes juegos, como un todo, originaron un estado emocional de estremecimiento y turbación.

Estado que torno en sorpresivo con Musique de Table, de Thierry de Mey. Esta partitura para seis manos y una mesa vino a explorar todas las posibilidades sincrónicas y asincrónicas, en las que hasta el simple paso de las hojas de las partitura se antoja algo importante y sustancial para el conjunto de la obra.

interpretando Stinkin’ Garbage con cinco bidonesSin apenas tiempo para la reacción ni la abstracción, una composición de 1973 de Steve Reich, músico asociado al movimiento minimalista, vino a aumentar si cabe el nivel de lo escuchado. Music for Pieces of Wood, para cinco claves afinadas, es de esas obras que para cualquier músico es al mismo tiempo un goce y un infierno, según el momento de la partitura. Y lo curioso es que es una pieza relativamente sencilla, a modo de mantra, en el que los músicos realizan ritmos contrapuestos a partir de un pulso constante en el centro. Este ritmo continuo e inamovible -al menos eso es lo que parece- convierte al músico que mantiene la base rítmica en una especie de "metronoman"; un ejercicio muy complicado, porque llega un momento en que el compás se difumina, no se percibe, y ya solo hay una nube de sonido de madera de la cual es muy difícil salir. Es pura matemática y trigonometría sonora. Si durante la interpretación hubiese salido a escena una persona recitando integrales y formulando ecuaciones, hubiese encajado perfectamente. Hasta ese punto logran el efecto de triangular lo que en el fondo son simples corcheas.

Y ya, sin solución de continuidad, Hematofonía, de Héctor Infanzón, probablemente lo mas orgánico y corporal de la noche, ya que la percusión es ejercida sobre diferentes partes del cuerpo. Per Suonare a 4 de Aldo Rodríguez, endiablado juego de marimbas, con un ritmo vertiginoso, en el que las disonancias se pierden entre las diferentes tesituras de la madera de este idiófono de sonidos tan primarios. Y para finalizar el concierto Stinkin’ Garbage de Ed Argenziano, una pieza para seis bidones que, dada la aparición de múltiples agrupaciones que realizan música percutiendo todo tipo de artefactos cotidianos, no parecía aportar mucho de novedoso, pero que sumaba en la tarea de los instrumentistas de experimentar y ofrecer diferentes sonoridades como colofón a un programa realmente multiforme, proporcionado y armónico que ofreció lo mejor de cuatro buenos músicos que transmiten una buena dosis de emociones y supieron desenvolverse en todo tipo de registros y tesituras.


Psappha Ensamble de Percusiones (México)

Gira Ibérica 2012

Diego Rojas director
Fernando Correa
Alejandro Inda
Edmundo Langner


 

 

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