25/06/2022. Festival Terral 2022. Teatro Cervantes.
Texto: Carmen Titos | Fotos: Daniel Pérez /TC
La reconocida fadista comienza sin preludios desplegando su voz rica y sonora y pidiendo acompañamiento con palmas. Instaura una atmósfera íntima y animada a partes iguales que empapará la sala durante una hora y quince minutos. Su figura, su melena, su atuendo llamativo con brillos la alejan de la melancolía, nostalgia y “saudade” para dar a conocer un lado del fado muy moderno, más desconocido y rompedor que a su vez, sigue enraizado en los orígenes.
Se ponen de manifiesto sus raíces multiculturales y el mestizaje que caracteriza su estilo. Moura aclara en su portuñol amable que se trata de combinar temas de sus abuelos con otros más novedosos.
La contralto canta la reciente Vinte vinte de 2020 (“vi uma flor no mais doce lamento… ai quero arrancar este pranto”), con los aires fadistas y nuevos halos pop. La artista se refiere al próximo álbum que va a lanzarse en septiembre y a la mezcla de sus orígenes, de padre portugués y madre angoleña, a las influencias africanas que en el fondo representan la historia de Portugal.
Trae una de las creaciones más recientes Agarra em mim, de 2022. “Antes que eu fuja para muito lonje…”, con una melodía pegadiza y moderna una poética profunda y emocional, que formará parte del nuevo disco de la cantante y que grabó con el también fadista y nuevo compañero de vida Pedro Mafama.
Tras el anuncio de los sonidos del futuro, retoma el homenaje al pasado, que se mantiene siempre como en sus pilares. Nos comenta que, aunque mucha gente no lo sepa, el fado en el siglo XIX era bailado, “também se pode dançar”, y abre la veda para removerse rítmicamente en los asientos, cuando creíamos que al fado se venía a llorar.
A seguir, uno de los momentos más emocionantes de la noche consistió en la sorprendente y delicada producción de unos sonidos de la naturaleza por el percusionista Iuri Oliveira que también une la tradición africana y portuguesa con gran talento.
La fadista canta Loucura (“então não havia fado nem fadistas como eu sou”), tema original del compositor Júlio de Sousa que se ha convertido en un clásico y ha sido cantado por todos los grandes fadista, su letra versa sobre la locura de dedicarse al género musical portugués por excelencia: “es locura oigo decir, pero bendita esta locura de cantar y de sufrir”.
Ana Moura otorga una dimensión humana al espectáculo cuando cuenta al público que la vida profesional le llevó durante muchos años a abdicar de su maternidad y finalmente, acaba de ser madre hace dos meses y se ha prometido no separarse de su hija en las giras y realizar la amamantación diariamente, por eso la ha traído con ella a cantar a Málaga y pide disculpas por encontrarse algo cansada pues durante noche no la ha dejado dormir.
Después, agradece poder compartir escenario con el sobrino nieto de Amalia Rodrigues, el músico de guitarra portuguesa Gaspar Valera e interpreta la canción de su predecesora Maldição: “Nesta luta, esta agonia, Canto e choro de alegria…”. El guitarrista Valera, junto a Manuel Ferreira con la guitarra acústica e Iuri Oliveira en la percusión forman una cobertura musical esencial, armoniosa y bien avenida.
En los bises repite uno de sus temas favoritos Andorinhas, que trata sobre la importancia de tomar nuestras propias decisiones (“nossas escolhas”). Ana Moura, referencia fundamental de la música portuguesa que enlaza con fina delicadeza lo tradicional con lo rompedor, agradece el cariño del público y firma un espectáculo sensible, elegante y bello.
Ana Moura, voz
Gaspar Varela, guitarra portuguesa
Manuel Ferreira, guitarra acústica
Iuri Oliveira, percusión
1.15 h (s/i)