Teatro Cervantes, 27/05/2012
Texto: José Antonio Triguero | Fotos: Web de Pedro Guerra
Pedro Guerra, guitarra y voz, y Luis Fernández, piano. Ya no se sabe donde acaba uno y comienza el otro. Es una simbiosis natural como natural es como se presenta el cantante en el escenario. Sencillo y directo. Se sienta y canta acompañado de su guitarra en bandolera.
Es envidiable, tenerlo tan claro en la vida. Yo canto, ustedes me escuchan. Nada mas y nada menos. Y su guitarra a la que araña con sensibilidad y pulsa con paciencia y delectación. Pedro Guerra está mas por sugerir o apuntar que por terminar la frase o discutir el tono o la cadencia. Canta hacia dentro. La imaginación y la memoria del que escucha amplifican su voz y la terminan, la estilizan.
Uno puede pensar que el cantante de las islas guarda un tesoro que lleva consigo. Abre la la caja y surgen las melodías de siempre, la actitud de siempre; no defrauda y rara vez en sus conciertos existe la palabra sorpresa. Es repetitivo como todo lo que perdura en el tiempo, como la poesía o la esencia misma de la música, la vida o el arte. Claro que el tesoro, a estas alturas, es demasiado grande para abrirlo de una vez en un solo bolo. Hubo de todo, muy bien seleccionadas las canciones, canciones antiguas, no editadas, canciones de El mono espabilado y algún que otro rescate mas reivindicativo. Homenajeó a las maestras de la república, al 15M y a su hijo, que se encontraba entre bambalinas; reivindicó el arte frente al entretenimiento y advirtió sobre la Gente Tóxica.
El mono espabilado, disco que presenta en esta gira, bebe de la zona íntima de VIDAS. Es un disco de canciones, como todo el mundo sabe y disfruta. Pero, quizá, parte del respetable incondicional a Pedro Guerra y que goza con su poesía y su forma de decir, necesite mas emoción. Quizás con letras mas comprometidas, no lo sé. El mismo recordó y cantó canciones antiguas que aún conservan su vigencia y de qué modo. El público lo agradeció y lo celebró.
Es difícil compatibilizar las dos cosas: la búsqueda de la belleza y remover la conciencia del auditorio. En este concierto las dos fuerzas se dan la mano y se suceden la una a la otra con naturalidad. ¿Por donde irá su próximo disco? ¿Cuántas canciones tiene ya compuestas Pedro Guerra que no conocemos? Habrá que esperar, como mínimo a que acaben los conciertos de El mono espabilado.
Anterior concierto en Málaga, Teatro Echegaray
Próximos conciertos:
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22 junio, 2012
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24 junio, 2012
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26 junio, 2012
Las Palmas de Gran Canaria
29 junio, 2012
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30 junio, 2012
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