30/04/2015. Librería Luces.
Texto: Paco Bernal | Fotos: Marián Cárdenas Jabato
La librería Luces –Alameda Principal 16- tiene un plus, si no recuerdo mal es incluso escenario de escondite y fuga de la protagonista de la novela La reina del sur, de Pérez Reverte. Luces, liberada de la tiranía del comercio de libros de texto y trasiego febril de papelería, es una metrópolis donde las secciones son continentes, los estantes edificios y cada ejemplar una ventana que promete paisajes diferentes.
Y allí, como en las clásicas novelas de misterio y fantasmas lo más interesante ocurre al caer la noche. Ciertas noches.
El pasado 30 de abril, al echar el cierre, Luces abrió sus puertas a un espectáculo muy poco frecuente en esta Málaga “hiperculturizada” a fuerza de “hipermuseisticalizada”, “superfestivalizada” y “supramicroteatralizada”: un spoken word.
En esqueleto, se trata de un narrador acompañado de música: la tribu alrededor del contador de historias, un eco del neardental y cromagnon que llevamos dentro sentados o acuclillados en torno al fuego en noche de los tiempos para escuchar leyendas en boca de los viejos del clan. Los sabios del clan.
Ancestral es un término adecuado para los spoken word, y también renovación de la literatura de tradición oral.
Los de En Carne Viva encadenan relatos de vida, muerte y amor. Historias cotidianas y viscerales. Plenas de ironía y verdad, inteligencia y emoción, tristeza y alegría. Desgranan sus cuentos rodeados de libros en la semioscuridad y todo es mágico.
La voz asentada y grave de Nacho Albert, la guitarra viva y fértil de Miguel Olmedo y el espacio sonoro percutido de Juanma Amador hacen más humano a quien participa de esta comunidad de la palabra.
La propuesta condiciona hacia el rito y la ceremonia, pero los de ECV saben cortar de raíz la tentación del chamanismo, el ocultismo y el cultismo con frescura, buen humor y cercanía... Rompen el rito para hacerse unos de los nuestros. Ellos, que brillan a la luz del fuego de la palabra, son de los nuestros. Nosotros somos de los suyos.
Son historias maravillosas. La de la mujer en la carnicería (El monólogo de la carne) que no sabe qué comprar porque se olvidó de sí misma por culpa de una idea del amor. El cuento del condenando a vivir por un despiadado tribunal al ser sorprendido colgando de una viga. La historia de dos aves con antinomia de discapacidades aunque enamoradas. O la que narra la sospecha de que ser hijo adoptado es bueno para la literatura.
El espectáculo se cierra con un par de poemas espléndidos. Especialmente el último, ese que reitera, inasequible al desaliento: “Y si… Y si… Y si…” Que es un canto a la utopía lírica como territorio terrible y feliz donde recalar.
Nadie debería perderse Relatos en clave de sol de la compañía ECV, perfecto lenitivo para el espíritu y abono para la inteligencia. Y poder decirse en voz baja: “Yo estuve allí, carajo, ¿por qué tengo tanta suerte?”
Nota imprescindible: Luces invita a degustación de vino de málaga y regala libros a los asistentes.
No entiendo cómo la cola para entrar no da dos vueltas a la manzana.
Nacho Albert: Voz y textos
Miguel Olmedo: Guitarra y composición
Juanma Amador: Percusionista.