07/08/2019. Festival Terral. Teatro Cervantes.
Texto: Mario Zafra | Fotos: Álvaro Cabrera / TC
El festival veraniego Terral cerró el pasado miércoles su undécima edición con el espectáculo Passion, de los virtuosos músicos japoneses Yamato, compuesto principalmente de tambores taiko, instrumento que exige al intérprete una formidable preparación física, pues algunos de sus tambores pesan más de 500 kilos. Passion capturó el virtuosismo y la impresionante fuerza de Yamato, conformándose como una obra creada para celebrar el 25 aniversario de la formación, cumplido el año pasado.
El espectáculo fue sensacional de principio a fin. Con una impecable interpretación de la mano de los ocho integrantes de Yamato, lo que podría dar la sensación al neófito de un espectáculo ceremonioso y tradicional en realidad supo compaginar a la perfección la solemnidad del timbre de la instrumentaría japonesa con una puesta en escena original y divertida en la que había espacio para los juegos de luces, el humor y la complicidad del público, que se unió en más de una ocasión a los músicos en un diálogo entre percusión y palmadas.
Passion dio comienzo con un espectacular despliegue musical de los ocho componentes del grupo, a modo de bienvenida y de presentación de los intérpretes de un modo que recordaba, salvando las distancias, al protagonismo que los jazzistas experimentan para demostrar su virtuosismo. En el transcurso del espectáculo hubo varias gratas sorpresas, como la incorporación de nuevos instrumentos como el shamisen, aparato de cuerda que frecuentemente se ve acompañando a los enormes tambores taiko y que deliciosamente interpretaron las chicas de la banda. También apareció, aunque más brevemente, el shakuhachi o flauta tradicional japonesa, proporcionando ambos instrumentos las cotas más melodiosas de todo el frenético espectáculo.
Yamato encontró además el modo de resultar variado y fresco en todo momento incorporando todo tipo de interpretaciones: desde las más solemnes hasta los duelos de tambores. E incluso, en uno de los momentos más espectaculares de la noche, uno de los artistas golpeó con un inmenso garrote un tambor que podría tener perfectamente su mismo tamaño, haciéndolo retumbar inmensamente por toda la acústica del teatro.
Tras un breve descanso (completamente justificado dada la agotadora sesión de demostración física), durante la segunda mitad del concierto se buscó una mayor cercanía con el público. Tres de los músicos nos deleitaron con unos pequeños platillos que producían un exquisito sonido metálico muy celebrado por el público, pues la interpretación que los artistas llevaron a cabo con ellos insinuaba una suerte de duelo interpretativo como si jugasen al ping-pong con las notas musicales.
Uno de los músicos, un animado joven con cresta, servía de alivio cómico en más de un momento durante el espectáculo. Cuando el mismo se acercaba a su fin llevó a cabo un divertido juego de imitación que requería de la participación del público, que debía repetir los ritmos que él llevaba a cabo. Aquí fue cuando los espectadores más se divirtieron y más cercanos a nosotros se sentían los músicos, llegando así a una gran explosión musical final que no dejó indiferente a nadie.
Finalmente hubo un breve pero intenso alarde interpretativo cuando los artistas accedieron a tocar un último bis, tras el cual se despidieron ante el caluroso aplauso del público, que abandonó el teatro encantado. Fue sin lugar a dudas un broche de oro al Festival Terral de este año y una de las actuaciones más impresionantes.
Yamato
Jhonetsu ‘Passion’
Fundador y director artístico: Masa Ogawa
Artistas: Akiko Ogawa, Mika Miyazaki, Tomoko Kawauchi, Marika Nito, Saori Higashi, Gen Hidaka, Jun Kato, Kenta Ono, Masaya Futaki, Naoki Ekihiro, Nene Miura y Jo Nakamura
Duración: 2 horas