24/06/2018 Festival Terral 2018. Teatro Cervantes.
Texto: Manuel Malaka l Fotos: Daniel Pérez / TC
Este domingo 24 de junio, San Juan, llegó Rocío Márquez a Málaga dentro de la programación del festival Terral.
Comenzaba nuestro festival de verano justo dos día antes, el viernes 22. En un año como el que estamos viviendo no nos sorprende que el festival Terral haya querido dar protagonismo a la mujer. Teresa Salgueiro, Rocío Molina y Silvia Pérez Cruz o Soleá Morente son solo algunas de las artistas que se unen a Rocío Márquez en esta edición.
El año pasado Rocío ya nos dejó una actuación memorable en Gibralfaro, y este año vuelve para el Terral, sobran las razones. Nos alegra ver que hay espacio para el flamenco en nuestro festival de verano, aunque sí es cierto que escuchando a Rocío, nos acordamos de otras grandes del flamenco que no podemos recordar desde cuándo, o si alguna vez han pisado las tablas del Cervantes. ¿Alguien recuerda a Carmen Linares sobre el escenario de nuestro teatro? Yo, al menos, no. ¡Y es una pena!
Rocío Márquez comenzó a cantar siendo aún una niña en las peñas de su Huelva natal, y desde entonces no ha parado. Con poco más de treinta años ya posee la Lámpara Minera y tiene cuatro discos en el mercado que la consolidan como una de las voces más interesantes del nuevo flamenco.
Con una sólida formación musical, Rocío toca el piano y compone, interesándose por dar un mensaje a sus temas. Su flamenco aunque de raíz clásica, escapa de los tópicos. Ha logrado de este modo, el reconocimiento de la crítica y el respeto incondicional del público. Creando un sello propio en el panorama flamenco actual, con la juventud y la elegancia como bandera.
Su flamenco aunque clásico y tradicional en sus inicios ha ido dando pasos y creciendo en libertad como ella, buscando nuevos horizontes sin perder las raíces, especialmente en sus dos últimos trabajos, El Niño y Firmamento de 2017. Pero en su paso por el Teatro Cervantes disfrutamos de su repertorio más clásicos, en un formato de flamenco tradicional acompañada por la magistral guitarra de Manuel Herrera y los Mellis a los coros y palmas.
Nos demostró que no es solo una voz bonita. Supo llenar de poesía el escenario con letras de Federico, como El lenguaje de las flores, Elegía de Miguel Hernández, ambas en versiones de Morente. Y una seguiriya final con letra de Isabel Escudero de su último trabajo, Firmamento, que logró poner a todo el público en pie para poner punto y final a su concierto.
Su cante se sitúa en un territorio propio. La voz de Rocío Márquez sonó en el Terral de este ya sofocante verano a agua fresca y limpia, que fluye, que busca el cauce para la sensibilidad y la calma, llevando el flamenco hacia la emoción serena y la sutileza que en ocasiones tanto echamos en falta.
Rocío Márquez voz
Manuel Herrera guitarra
Los Mellis coros y palmas
1.15 h. (s/i)