27/10/2018. ESAD -Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga-.
Texto: Alfonso Millán l Fotos: Alicia Meléndez y Elisabet González
El sábado 27 de octubre llegó el ansiado momento de celebrar el V Festival de Flamenco y Poesía Comedor Sto Domingo para recaudar fondos para dicha entidad, la protagonista del evento.
Y desde el primer momento nos vimos atrapados en un cuadrilátero de 12 cuerdas de nailon. Las del dúo Dos X Medio, formado por los guitarristas Andrés Cansino y José Luís Lastre que durante unos 10 minutos nos embrujaron con su magistral toque, adentrándonos poco a poco en lo que iba a ser el espectáculo de la noche.
El conocidísimo Domi del Postigo fue el encargado de guiar el acto de forma excelente, haciendo alarde, una vez más, de su profesionalidad conectando con el público y haciendo la velada más amena y gratificante, si cabe, de lo que ya de por sí iba a ser.
Seguidamente, Juan José Téllez, escritor, periodista, poeta y director del CAL Centro Andaluz de las Letras, nos deleitó con su poesía cercana y universal, acompañado por el dúo Dos X Medio, lo que supuso una simbiosis mágica uniendo Mediterráneo y Atlántico. El segundo poema titulado Europa fue otra muestra más de que cada vez son más los artistas dedicados a derribar fronteras, alambradas y prejuicios.
Dos X Medio cerraron su intervención con un duelo a dos guitarras regalándonos una sesión de virtuosismo interpretando Entre dos aguas del añorado Paco de Lucía.
Durante toda la velada se fueron proyectando fotos de nuestra Farola, la otra protagonista de la noche en la que varios artistas, entre ellos el protagonista del cartel, Luis Ruiz Padrón, cedieron sus imágenes, ilustraciones, pinturas, etc en homenaje a sus 200 años de historia.
- Nací a la orilla del mar
Con aroma de jazmín y brisa de la Caleta
y agua de la Malagueta me bautizaron a mi…-
Fueron algunas de las letras con las que nos hechizó Virginia Gámez, acompañada por Andrés Cansino de nuevo a la guitarra al compás de unas Malagueñas. Hablar de flamenco en Málaga es hablar de Virginia, ya que en su historial se encuentran datos como que fue la artista flamenca más joven en conseguir alguno de los premios y reconocimientos más importantes del flamenco. Y ha compartido escenario con los más grandes del panorama nacional actuando también en numerosas ocasiones fuera de España. La impresionante voz de Virginia arrancó varios oles y aplausos del público eufórico ante tanto prodigio. La pareja se despidió con una maravillosa versión de Mediterráneo de J.M. Serrat bañada por bulerías, provocando más de un escalofrío entre los asistentes.
Tras este deleite sonoro Domi del Postigo dio paso a Pilar Lafuente y Laly Velasco que dedicaron unas palabras de agradecimiento en nombre de todo el voluntariado que acude desinteresadamente al Comedor, al igual que hicieron mención a las distintas instituciones, organismos, socios, etc, sin los cuales sería mucho más difícil la labor que desempeñan.
Mientras se seguía sucediendo la proyección de imágenes de La Farola entraron en escena Carlos Haro a la guitarra, Chelo Soto al cante, David Martín al baile y Mario Salazar al cajón flamenco, ofreciéndonos unos Tangos preciosos y emotivos. La segunda pieza que nos regalaron fue todo un terremoto de energía en el escenario, cuando arrancó al baile David Martín con su mantón. Mezcla de tradición con un toque de actualidad sin perder frescura y encanto. Todo un derroche de energía y sensibilidad en los zapateados que hicieron temblar a la mismísima Farola proyectada.
Y cuando se vive el flamenco de verdad se olvidan hasta de los micrófonos. Ella, Chelo Soto se levanta de la silla y con su cálida pero profunda voz canta alrededor del bailaor abandonando ambos el escenario arrancando los aplausos emocionados de los asistentes.
No podían faltar esos minutos habituales de humor e ironía a cargo de Domi del Postigo cuando aparece además en escena Joaquín Núñez, quien recitó el bello poema Gran Teatro de Juan José Téllez.
La gala iba llegando a su fin con la última actuación de la noche. Un aroma a castañas asadas fue invadiendo la sala junto a los primeros acordes a la guitarra de Álvaro el Martinete que fueron dando paso, nada más y nada menos, que a Amparo Heredia La Repompilla al cante. Natural de Málaga pero afincada en Granada. Una voz tan gitana y auténtica, como llena de carisma y pureza. Todo un honor haberla tenido en otros festivales solidarios, lo que demuestra su gran corazón.
Poco a poco iba haciendo su aparición en el escenario Fuensanta La Moneta, con su vestido negro de lunares naranjas. Todo un tsunami por Soleares que nos inundó desde los primeros movimientos. Momentos en los que en el silencio de la sala sólo flotaban las manos de La Moneta con algunas notas sueltas y pausadas de la guitarra que nos invitaban a entrar prácticamente en el trance mágico y ancestral del flamenco. Tras este paseo sonoro por Soleares, una divinidad salvaje por Bulerías se apoderó de ella contagiando a todo el público, reforzado además por el toque de Mario Salazar al cajón flamenco. Cuando el mismo Enrique Morente se fijó en ella de niña por algo sería…
De nuevo sobraron los micrófonos para el torrente de voz de La Repompilla al levantarse y acompañar al baile de La Moneta incendiando las tablas y al público ya en pie.
Los aplausos no cesaron durante varios minutos. Y cuando ya parecía que todo había terminado, para sorpresa de todos los asistentes, aparecieron por las escaleras entre el público la Panda de Verdiales de Arroyo Gálica, que iban tocando en su recorrido hacia el escenario, interpretando para delicia de todos.
Sin duda alguna pusieron otra guinda más junto al resto de artistas, que hicieron una velada emotiva y andaluza, bajo la luz solidaria de nuestra insigne Farola para el Comedor de Santo Domingo.