29/06/2024. Teatro Cervantes. Festival Terral 2024.
Texto: Carlos Guerrero | Fotos: Migue Fernández @migue_fernandez / TC
El guitarrista José María Bandera, sobrino del genio de Algeciras, y el pianista Diego Amador, conocido como el "Ray Charles gitano", llegan con su espectáculo Paqueando al Teatro Cervantes dentro de la programación del Festival Terral 2024.
Paco de Lucía es un género en si mismo y así lo concibe el dúo formado por el piano de Diego Amador y la guitarra de José Mª Bandera en su espectáculo Paqueando. Tratar de incluir el universo del de Algeciras en un concierto de algo más de una hora parece una quimera, tampoco es que la pareja lo pretenda en este espectáculo que llevan girando un lustro; se trata más bien de ofrecer una nueva dimensión sonora y artística de la obra de Paco desde un timbre flamenco que ya popularizaron artistas como Michel Camilo y Tomatito. Y es que el piano y la guitarra flamenca tienen mala juntera para algunos oídos aunque en este caso el matrimonio esté bien avenido. Tanto es así que la dupla acaba de editar el álbum para que el proyecto quede registrado para la posteridad.
La amalgama flamenca de Palenque sirvió para abrir un concierto escaso de público, pues no llegó a cubrirse la mitad del patio de butacas. Es la nuestra una ciudad caprichosa en la afluencia de gente a sus eventos, y así está siendo para un cartel el de este Terral 2024 que pretende seducir al malagueño sin dejar de ser una invitación para el turismo que se agolpa en las calles del centro. Siguieron las transcripciones de Chiquito -aderezada con las melodías de Anda jaleo- y la alegre colombiana Monasterio de Sal. En estos primeros temas, se sirvieron de acompañamientos que los músicos se procuraban, en algunas ocasiones iniciando el loop con golpes sobre el piano o la guitarra y en otras lanzando samples "precocinados". En Paqueando, el diálogo entre los instrumentos se sucede con las líneas a unísono ejecutadas con solvencia y soltura técnica dejando patente la buena conexión entre ambos músicos.
Ya entrados en calor, llegó el momento de disfrutar del arte de la guitarra de Bandera con una delicada pieza tocada en solitario sobre las tablas del Cervantes que arrancó una cerrada ovación. Acto seguido, Amador haría lo propio, desplegando su elocuente armonía y efusivo rango dinámico sobre las teclas del piano en Callejón de muro. Hubo también momento para disfrutar del cante gitano de Diego, con su peculiar timbre aflautado y roto.
Nos íbamos acercando al final del concierto, para el que la pareja reservó Ziryab y un popurrí sobre los acordes de Entre dos aguas. Caminamos hacia la salida volviendo a la tarde calurosa que dejamos atrás hacía poco más de una hora con el recuerdo vivo de la obra inmortal de Paco de Lucía resonando en nuestra cabeza.