23-07-2015. Benalmádena Suena 2015. Auditorio Municipal de Benalmádena.
Texto: Manuel Malaka | Fotos: Claudia Pareja
El verano nos trae cada año, además del Terral y los calores propios, la posibilidad de disfrutar de música y teatro en espacio abiertos.
Benalmádena Suena es el ciclo de conciertos que, desde hace algunos años, se vienen presentando en el auditorio al aire libre, situado junto al Parque de la Paloma, en este municipio.
Este jueves 23 de julio, fue el turno de Ramón Jiménez Salazar (Madrid, 1968). Posiblemente muy pocos sepáis que os estoy hablando de un grande del flamenco y la música en España, ganador de un Grammy y varios Ondas, entre otros muchos premios. Y es que para el mundo de los escenarios su nombre es Diego el Cigala.
El Cigala sobre el escenario de Benalmádena nos ofreció un concierto en el que su voz fue la gran protagonista. Cantando muchos de los temas de sus últimos trabajos, Romance de la Luna Tucumana, y demostrando que su garganta sigue estando llena de pellizco y duende. Aunque el flamenco le viene de familia, es sobrino del recordado cantaor Rafael Farina, en el repertorio de la noche, boleros y tangos dejaron en un lugar muy secundario el flamenco. En Benalmádena quiso recordar a Camarón cantando alguno de sus temas inolvidables.
Yumitus, su pianista, fue el responsable de vestir la voz flamenca del Cigala con ritmo y sensibilidad llenando los silencios del cantaor de melodías. El éxito de la noche fue debido en un cincuenta por ciento a ese piano, magistralmente tocado.
La voz profunda de Cigala es perfecta para cantar esos tangos desgarrados y nos sabe emocionar con temas como Te extraño, pero el momento más especial de la noche fue, sin duda, cuando el piano dejo escapar las primeras notas de sus Lágrimas negras. El tema que en 2003 Fernando Trueba produce, y que junto a Bebo Valdés, lo lanzaría a la fama.
Diego tuvo unas palabras para recordar su relación con Málaga. De hecho, dedicó uno de sus discos a nuestro pintor más internacional, Picasso en mis ojos, homenaje al artista malagueño Pablo Picasso. En Málaga, El Cigala ha llenado en varias ocasiones el teatro Cervantes, en galas benéficas para colaborar con asociaciones gitanas del barrio de la Palmilla. Y me gusta recordarlo porque la fama tiene sus peligros, y en ocasiones nos puede enviar una imagen distorsionada o parcial de los artistas.
El Cigala nos dejó una noche para el recuerdo en el escenario del Parque de la Paloma, pero la programación no se acaba y Benalmádena seguirá sonando con muchos más conciertos aun.