Terral. Festival de verano 2012. Teatro Cervantes. 15/07/2012
El orgullo de los malagueños en el Teatro CervantesTexto: Sara Antelo | Fotos: Daniel Pérez / TC
Terral 2012 nos dio la oportunidad de disfrutar en concierto de una de las malagueñas con más carácter sobre el escenario, hablamos de Diana Navarro.
Independientemente de los gustos musicales de cada uno, no se puede negar su prodigiosa voz. Voz con la que deleitó en concierto el pasado domingo 15 de julio.
Contaba en el escenario con una silla cubierta por una hermosa mantilla blanca con bordados en color morado y sobre las tablas algunas rosas blancas que, esparcidas como de cualquier manera, daban un toque de romanticismo a la vez que de armonía.
Nada más entrar, caminando despacio, se sienta y deleita con En la cabaña que habito, donde demuestra, ya desde el comienzo del concierto, su gran vitalidad y fuerza en el escenario, vitalidad y fuerza que conservó hasta el final del mismo. Ella sonríe y coquetea con el público mientras interpreta este tema. Al finalizar es cuando dedica unas primeras palabras y bromea: “Me siento como en casa, ¿porqué será?”.
Desde ese momento pone en aviso: "hemos venido a disfrutar del flamenco" y continúa con una milonga llamada Tinieblas. Posteriormente hace un guiño a La Niña de la Puebla y a Enrique Morente cantando Ni contigo ni sin ti.
Acompañada en todo momento por el guitarrista Juan Antonio Suárez (a su izquierda) y el cantaor Antonio Santos (a su derecha), y arropada por el público que la aclama y aplaude constantemente, se pone en pie y da las gracias una y otra vez por nuestra presencia. Es en este momento cuando se retira dejando unos minutos a Antonio Santos para que sorprenda con una seguidilla y un fandango, a cual más sorprendente.
Diana Navarro reaparece cambiando el vestido largo verde turquesa de volantes que llevaba al comienzo, por uno del mismo corte pero en color negro, más elegante, más sobria, y su larga melena negra recogida hacia un lado.
Sorprende con el villancico Padre Nuestro, pero fiel a su estilo, para continuar con unas cuplerías, que como bien explica, es una mezcla de cuplé y bulerías. Llega así al momento estrella de la noche con La loba donde Diana derrocha fuerza y coraje, y el duende que lleva dentro se apodera de sus cuerdas vocales. Con este cante confiesa que ella misma se libera recordando la maravillosa interpretación que hace Marifé de Triana de este tema. Ante la emocionante actuación, el público la vitorea, Diana vuelve a levantarse entre aplausos y olés y agradece "que entre todos hayamos conseguido que el Teatro Cervantes esté lleno" y ella se sienta tan acogida.
Todos pensábamos que su último tema sería Sola de su primer disco No te olvides de mí, inspirado en una media granaína, pero volvió a sorprender con la saeta malagueña Amargura Dolorosa dedicada a la Virgen de la Zamarrilla, haciendo de nuevo quedar boquiabiertos a mas de uno, acompañada de un juego de luces de fondo, blancas al comienzo y rojas al final, lo cual ayudaba a entrar aún más en la historia que la saeta narra.
Motivada por los aplausos del público , rindió homenaje a la conocida Campanera la cual interpretó con la mayor gracia y salero. El último regalo que brindó en la noche, a petición del público, fue la Salve Marinera "a capella", despidiéndose con un adiós acompañando de un millón de gracias.
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