15/07/2016. Festival Terral. Castillo Gibralfaro.
Texto: Rosa Parra | Fotos: Daniel Pérez T/C
Continúa el Festival Terral. Esta noche en el Castillo de Gibralfaro ha actuado Esperanza Fernández la cantaora, en un espectáculo de casi dos horas, que ha mantenido la expectación del público.El Festival del Terral en Gibralfaro es un lujo para los amantes del flamenco, reunidos en una noche de verano al fresquito del aire libre que, como el arte, circulaba entre el público.
La cantaora comienza con una petenera y sigue con una caña, en lo que será su sello musical en un marco majestuoso; la brisa del mar y la vegetación que rodea el castillo de Gibralfaro convierten el concierto en un placer para los sentidos. acentuado con la voz limpia de Esperanza Fernández, desgarrá en algunos palos, y cristalina en otros, y la guitarra magistral del maestro Miguel Ángel Cortés.
El juego de luces generaba ambientes apropiados a cada tema que Esperanza interpretaba sentada en su silla de aneas y con traje de un blanco impoluto, que no variaba bajo ningún color de los focos.
Flamenco puro, sin mezclas, recuperando palos en desuso y trayéndolos al auditorio. Sin más acompañamiento que el de la guitarra y los palmeros.
Simplicidad de formas y de cantes, aunando estética y sonido, voz y talento, que los espectadores supimos apreciar. Las letras de siempre cantando a los celos, los desengaños, el amor, las penas, los desencuentros, el enamoramiento, la soledad y la esperanza.
Verdiales malagueños en un guiño a la tierra que la acoge, peteneras, fandangos bulerías, cantes de ida y vuelta…
Un compendio de lo antiguo en una voz joven y nueva.Acaba la primera parte de su concierto con La balería de la Perla.
En la segunda parte del espectáculo la cantaora se cambia el vestido por uno negro y canta más sentío, más gitano y más profundo. Comienza con una Mariana con los tangos de Graná; continúa con cantes de allende los mares con ecos cubanos y repite su Cante jondo
El Tocaor Miguel Ángel Cortés, demuestra su virtuosismo en un solo que deja al público sin aliento primero y aplaudiendo después entre jaleos de oles y bravos.
El acompañamiento de las Palmas Javier Bonilla y Jorge Pérez, el cubano, es tenue, pero resalta los fragmentos que la cantaora permite con la mirada.
Armonía, compás y elegancia. Su saber ligar un cante con otro y fundirlos sin perder su esencia forman parte de su estilo. Termina con los palos mas desconocidos y menos intrepetados por otros colegas en un escenario: la toná, la serrana, la seguirilla, algunos cantes con pespuntes por palmas de martinete y las bulerías que inmortalizó la Paquera de Jerez
Esperanza Fernández: voz
Miguel Ángel Cortés: guitarra
Javier Bonilla: palmero
Jorge Pérez, el cubano: Palmero
Duración: 1 hora y 3/4