Viernes 21/03/2014. Flamenco viene del Sur. Teatro Cánovas
Texto: José Antonio Triguero | Fotos: web
Una cosa es cierta, no sé que decir sobre Diego Carrasco, sobre él, su trayectoria, su compás, su arte, su discografía, su “filosofía”. Tienen lugares mejores donde encontrar datos y anécdotas sobre su carrera, oír sus discos, mirar en youtube, lo que nunca podrán hacer es escucharlo y sentirlo en directo a golpe de clic, para eso hay que acudir a algunas de sus citas y entregarse.
Aunque no se que mas decir, si se que tengo ganas de hablar y de escribir sobre el y del concierto del maestro acompañado por lo más granado del flamenco joven y la incorporación iconoclasta y energética del gran Tony Romero en los teclados y sinuosos coros.
Y es que Diego Carrasco llevaba tiempo sin regalarnos los oídos hasta la aparición del proyecto, en otoño pasado, titulado Hippytano. Con él, el artista jerezano da un nuevo paso en su manera de entender el arte. Hace lo que todo maestro debería hacer para serlo, pasa la batuta a los jóvenes y los lleva como un guía hacia lugares fronterizos del flamenco, el rock, el blues y lo que se tercie. No es cualquier cosa ser Hippytano.
El bajista Ignacio Cintado, el guitarra Curro Carrasco, el percusionista Ané Carrasco, en los coros, Maloko Y Joselete, y Tony Romero al piano se unían en homenajes al Tío Chozas, a Diego del Morao, a Camarón, a Paco de Lucía, e incluso a Javier Conde. Extrañé una mención al maestro Enrique Morente, tan inconoclasta como él en cierto sentido.
El concierto fue una mezcla de goce y celebración, ritmo y carácter. Flamenco Viene del Sur se vistió de gala y compás para recibir a aquel, lejano en el tiempo, Tate de Jerez cuando desde el toque supo absorber la sabiduría de los artistas legendarios con los que respiró flamenco, Chocolate, Tía Anica la Periñaca o Tío Gregorio El Borrico. Más tarde, Diego Carrasco compartió los primeros pasos del flamenco rock, o rock andalúz, con Guadalquivir por ejemplo. Y José Monge Cruz, presente.
De ahí a tocar y cantarse él mismo y componer, Tomaketoma, y a lanzarse en una aventura tan auténtica como personal y colaboraciones musicales con multitud de flamencos, flamenquitos y de otras latitudes.
En Hippytano está todo eso y mucho más, pues el escalón que asume Diego Carrasco eleva el guiso a la diversión más pura, más colectiva, al ritmo sin etiquetas. Carisma y sentimiento, más que nunca, es un animal de la escena. Se cambia de vestuario y vuelve con nueva energía. Sigue permitiéndose ser un niño en el escenario.
En lo musical y con la aportación de Tony Romero en los endiablados teclados, la batería, el bajo y los coros, Diego Carrasco parece un Joe Cocker andaluz, si se me permite el símil. Nada me extrañarían nuevas creaciones del maestro más desenfadadas y bailonas. Y el concierto del viernes, bailón y desenfadado, lo fue y bastante, con su pataita y tó. ¡TOMA QUÍMICA!
Flamenco viene del Sur. Teatro Cánovas.
Diego Carrasco y la Carrasco Family Band
Ignacio Cintado, bajo
Curro Carrasco, guitarra
Tony Romero, piano
Ané Carrasco, percusión
Maloko Y Joselete, coros