Sábado 28/02/2015. Auditorio Edgar Neville
Texto: Elisabet González | Fotos: Juan Mir
Miguel Campello en esenciaEl público malagueño conoce, sigue (y persigue) a su ídolo Miguel Campello. Con el aforo lleno, el Auditorio Edgar Neville de la Diputación de Málaga fue el escenario casi perfecto de un Miguel Campello en toda su esencia. Acompañado, como siempre, de unos impecables músicos, vino a presentarnos su nuevo trabajo, Camina, con el que cierra su triología chatarrera. Antes de que el ex-bicho saliera a escena con una silla de anea a cuestas, los malagueños Jarrillo' Lata calentaron motores, haciendo vibrar el auditorio. Nada pudo empañar las casi cuatro horas de buena música en estado puro, ni siquiera los señores organizadores del evento que obviaron el pequeño detalle de tener una barra a disposición del público. Las ganas de gritar, bailar y disfrutar ganaron la batalla a la sed.
Miguel Campello desgranó los temas de su nuevo disco, de los que sus fans echaron buena cuenta. Con poco más de tres meses en la carretera, el público ya coreó sobradamente temas como Aire, Camina o La Danza del Fuego, entre otros. Por momentos, vemos a un Miguel más suavizado. Con su tercer trabajo en solitario lo vemos más íntimo, si cabe. Una noche con Miguel Campello es siempre una noche intensa. Hay cosas que nunca cambian: aparece siempre con su eterna gorra, su pañuelo negro recuerdo de su abuela y se rompe la camisa, como en las mejores bodas gitanas. Pero lo que jamás sabemos y descubrimos con sorpresa son sus improvisaciones, un "quejío" escondido, un llanto nuevo de emoción o unos acordes desconocidos. Y eso hace de sus conciertos una experiencia imprevisible, excitante y poderosa. De sus anteriores trabajos, nos hizo bailar con Salto y No te lo mereces. Y por supuesto no faltaron las Letras de El Bicho y Mamá Dolores, lo que nos metió de lleno en el universo del grupo para darnos cuenta que de la formación inicial aparecieron en escena cinco componentes.
Miguel es parte del escenario, se entremezcla con la música, se fusiona con los rasgueos de la guitarra flamenca, comparte vino con el público y por eso le quieren. No deja indiferente a nadie cuando canta su personal versión de la Bien Pagá. Deja a todos boquiabiertos cuando se emociona cantando Rosa y Juana, hasta que su fiel compañero Victor Iniesta le da un achuchón. En escena es un camaleón, es el que se transforma en cada canción, el que baila dando saltos mortales, el que ríe y el que llora hasta que el cuerpo aguante. Y eso lo saben sus fans. Y también saben que las canciones del bicho han de sonar. Y suenan Locura, Los Rokipankis y De los Malos, la canción que los llevó al limbo. Y justamente es una insensatez decir que Miguel Campello es de los malos, porque si algo tiene la sangre de este hombre, es que es de las muy pero que muy buenas.
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Miguel Campello, voz
Víctor Iniesta, guitarra eléctrica
Eduardo Pacheco, guitarra flamenca
Juan Carlos Aracíl, flauta travesera
Pepe Andreu Garzón, trompeta
Luis Fernandez, batería
Carlos Agulló, bajo