08/11/2021. Teatro Cervantes. 35 Festival Internacional de Jazz de Málaga.
Texto: Carlos Guerrero | Fotos: Daniel Pérez / TC
Con conciertos a lo largo y ancho de toda la ciudad, el Ayuntamiento de Málaga consolida la oferta de su proyecto Málagajazz con Jazz en tu zona y la propuesta privada Abierto Jazz.Como colofón, la cantante norteamericana presenta su último lanzamiento Alterations (2020) en el Teatro Cervantes dentro de la 35ª edición del Festival Internacional de Jazz de Málaga.
Un proyecto que pretende actualizar la colección de los denominados estándares del jazz es siempre arriesgado por dos motivos. Primero, es difícil engrosar esa lista ya que a la calidad de la composición hay que sumarle el hecho de que otras formaciones lo incorporen en su repertorio hasta acabar convirtiéndose en obra de referencia. En segundo lugar, se corre el riesgo de convertir una canción en algo con olor a jazz, o peor aún, jazzy, diabólico calificativo que surgió para contentar a aquellos que repudian el género pero gustan de incluir algo esnob en sus discotecas. Para saber más, indaguen en las listas de Spotify del programa televisivo En tu casa o en la mía.
Robin McKelle no cae en el arreglo fácil, sino que es capaz de revestir la obra con auténtico atuendo jazzístico. Podrán gustar más o menos sus versiones, pero las más de ellas buscan el cimiento para reconstruir, y no se conforman con embellecer con adornos. Así, Rolling in the deep de Adele, No ordinary love de Sade o Back to black de Winehouse con la que se abrió el concierto sonaron nuevas, bellas y arriesgadas. Rearmonizaciones coherentes en canciones rehechas en la voz de Robin y la interpretación de su trío que, aunque de creación reciente, se mostró perfectamente engrasado. Y es que eso es lo que quiere Robin, homenajear a las mujeres 
que han marcado la historia de la música popular desde su curtida y sabia voz de contralto.
Como suele ocurrir en estas formaciones, el trío estuvo contenido, si bien dejó entrever su gusto musical con un acompañamiento sólido, diversos paseos fuera de la tonalidad y solos concisos pero eficaces. Hubo lugar para el medio tiempo, el lento, el blues, el soul y el funky. El público, que ocupo tres cuartos del teatro, lo pasó en grande, y, aunque remoloneo ante los envites de la cantante para sacarle algunos gorgoritos, salió contento y satisfecho a felicitar a la cantante que rauda y veloz abandonó las tablas para arremangarse en el tenderete promocional dispuesto a la salida.
Cerramos así una nueva edición del Festival Internacional de Jazz que nos dejó anhelantes de poder disfrutar del caleidoscopio musical de Tigran Hamasyan. Todo se andará.
Robin McKelle, voz
A Salim, contrabajo y bajo eléctrico
J. Thomas, piano, Rhodes y teclados
J Barber, batería
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