Nov 11 2011

25 Festival Internacional de jazz de Málaga.Teatro Cervantes. 10/11/2011

imágen general del grupo durante su actuación en el CervantesMálaga no olvidará su paso por el festival. El regreso de una de las voces que han hecho historia en el mundo del soul

Texto: Daniel Lozano | Fotos: José M. Cortés

Fue al segundo tema cuando la voz de Bettye Lavette se asomó por el Cervantes. Lo hizo entre bambalinas con The world, el primer tema de su nuevo disco Interpretations: The British Rock Songbook, un LP que reúne grandes clásicos del rock inglés.  Después de casi  50 años de vida artística la cantante estadounidense se presentó ante un Cervantes casi al completo.

Bettye Lavete interpretando una canción junto al teclista y el bateríaBettye Lavette es una leyenda del soul. Llegó a ser la diva de este género en los años 60, pasando al olvido más pronto que tarde. No puede ser que voces como la cantante nacida en Míchigan queden enterradas en la memoria de aquellos maravillosos años, y es una bendición que regrese como lo hacen las grandes estrellas, sin titubeos y mirando a los ojos.  Es cierto también que a pesar de ser relegada a un segundo plano, nunca desapareció del circuito de música negra, habiendo continuado su carrera a pesar de su caída del ámbito comercial. Eso hace su regreso más noble, digno y verdadero.

En el escenario  Bettye nos ofreció la verdad, el corazón y las entrañas que emergían de una voz prodigiosa, inolvidable, sincera. La artista alternó temas de su nuevo disco con los de su anterior trabajo Child Of The Seventies publicado en el año 2002 pero que fue grabado en el año 1972. La elección de las canciones fue acertadísima, combinando el blues y el Rhythm and blues con veteranía para no perder en ningún momento el fuelle del tempo.  La banda estuvo dirigida por Alan Hill, pianista y teclista, y fue el complemento perfecto de la voz de la diva del soul. Junto a él estaba Charles Bartels al bajo , Daryll Pierce a la batería y Brett Lucas a la guitarra eléctrica.  Apostaron por el buen gusto, renunciando a cualquier alarde técnico, algo imposible para muchos virtuosos, y eso es de valorar.  Fue interesante la  capacidad de la banda para procurar el mejor timbre posible en cada nota que ejecutaban. Exquisito.

el pianista  y teclista Alan Hill al pianoEl volumen estuvo algo por encima de otros artistas que han pasado por el festival, pero la voz lo precisaba, era justo y necesario. Un poco menos de intensidad hubiese ahogado las virtudes de Bettye. Mención especial merece Brett Lucas, que puso el show, la delicadeza y el sexo en el proscenio. Mientras, la de Míchigan bailaba entregada a un público que disfrutó de principio a fin el concierto.
Con permiso de la gran Aretha Franklin, el soul hace justicia con el regreso de una de las voces que han hecho historia en el mundo del soul. Málaga no olvidará su paso por el festival, y tengo la impresión de que será uno de esos grandes conciertos que nos hicieron vibrar, sentir y emocionarnos.

 


Bettye LaVette - voz
Alan Hill - teclados, guitarra, voz
Brett Lucas - guitarra, voz
Charles Bartels - bajo, voz
Daryll Pierce - batería, voz

 

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