10/11/2015. XXIX Festival Internacional de Jazz. Teatro Cervantes.
Aurignac, profeta en su tierra, llenó el Teatro Cervantes en la segunda cita del XXIX Festival Internacional de Jazz de Málaga
Texto: Carlos Guerrero | Fotos: Web Ernesto Aurignac
Aurignac tiene mucho que decir. Que no les engañe su socarrona timidez al hablar frente al micrófono. El saxo alto es su órgano fonador y el jazz su lenguaje. En la noche del martes presentó ante su público su segundo disco –aún sin comercializar−, Anunnakis. La audiencia malagueña aún recuerda el grandioso estreno de su primer largo, UNO, en este escenario, y esperaba con impaciencia el nuevo trabajo del saxofonista, quien ha hecho legión con su buen hacer. Para la ocasión se arropó de colaboradores de confianza, Roger Mas a los teclados, Jaume Llombart a la guitarra, Dee Jay Foster al contrabajo y Joao Lopes Pereira a la batería.
Anunnakis cuenta la historia de una civilización extraterrestre que tras asolar la Tierra quiere repoblarla con su estirpe, surgida de la unión de la única terráquea superviviente con la raza visitante. Se trata de la conocida leyenda mesopotámica con algunos retoques en el guión extraídos de la mente de Aurignac.
Una inquietante balada en el NORD de Roger con pinceladas sobre el teclado presagia el rumbo del viaje hacia una civilización quimérica, surgida a partir de UFOs are here, la frenética imagen musical de la llegada de los alienígenas a la tierra. Esta primera rueda de solos dio buena muestra de lo que es la formación a día de hoy. Expuesto el tema, toma la palabra el saxofón desplegando la paleta rica en cromatismos y texturas de Aurignac. Le sigue la guitarra de Llombart con frases bien estructuradas y frescos giros armónicos, aunque alejados del clímax del líder. Da calma el solo de piano y se lanza el contrabajo en su único salto al vacío de la noche. Así llega el ímpetu de Joao a la batería, un alarde de fuerza y juventud, antes de cerrar el tema.
Vendrían a continuación Anunnakis, La órbita de Venus y Bienvenido al inframundo, algunas de las composiciones de Ernesto Aurignac para su disco incipiente. Siempre encabezado por el saxo, el trío melódico que conforma con la guitarra y el piano sostiene la tensión de las composiciones con aportaciones meritorias, sustentadas en el firme acompañamiento de Foster, que no siempre encuentra acomodo en la batería de Lopes Pereira, un tanto dubitativa en los tempos, sobre todo en la fase final del concierto donde Aurignac tuvo que echarse el ritmo a la espalda con algún que otro cabezazo.
Tras algo más de hora y media, llegaron los bises con la divertida Todos somos monguis, para la que el quinteto requirió la colaboración del público en los coros. Se cerró así una noche dulce para el jazz hecho aquí sobre ensoñaciones del más allá.
Anunnakis
Ernesto Aurignac: saxo alto
Jaume Llombart: guitarra electrica
Roger Mas: teclados
Dee Jay Foster: contrabajo
Joao Lopes Pereira: batería