09/11/2024. Teatro Cervantes. 38 Festival Internacional de Jazz de Málaga.
Texto: Miguel A. Barba | Fotos: Daniel Pérez / TC y Pat Metheny promocionales
Bellos popurrís donde una panoplia de temas propios aparecen ensortijados con toda una suerte de improvisaciones, retazos de melodías apenas perceptibles de piezas conocidas del músico y algún fraseo estándar evocador para la mayoría, donde incunables de Dennis, Bernstein, Corea, Veloso, Morricone, McCartney, Raskin, Mancini o alguna popular tradicional como la irlandesa Londonderry Air que asoma algunos versos, podrían pasar por partituras realmente clásicas en las que sus melodías y acordes transitan por progresiones armónicas, tonales o atonales, con medida o sin medida, coloreando gamas casi orquestales, de bajo a tiple, y en las que en ocasiones pueden apreciarse sugestivos e insinuantes guiños Bachnerianos.
Con una de sus flamantes guitarras barítonas, adaptada por la gran maestra luthier canadiense Linda Manzer para poder tocarse con cuerdas de nailon, y con la que consigue una afinación especial hasta ahora exclusiva de cuerdas de acero, dio inicio el genio de Misuri a su concierto atacando temas de su Beyond the Missouri Sky (1997), fruto de las geniales colaboraciones con su añorado Charlie Haden, que fueron produciendo las mixturas antedichas y a partir de ahí todo fue un fluir cálido, intimista, emocional, en el que una decena de diferentes guitarras del músico desfilaban por el escenario mientras se iban entremezclando modos musicales, composiciones, recuerdos, con la presentación de sus últimos trabajos Dream Box (2023) y MoonDial (2024). Este clima de tranquila complicidad con el público solo fue ligeramente abandonado por algunos de sus momentos de "desatar los caballos", los que le permiten soltarse, destensar y dar rienda suelta a su otra creatividad, la del de las escalas infinitas, incombustible, poderoso, a veces minimalista.
Pero de nuevo volvía por su lado más sobrio, introspectivo y experimental, ese que parece que toca solo para él, pero que podría estar hasta mañana entregado desentrañando nuevas maneras de ser cada vez más versátil entre trastes.
Entre atmósferas que recuerdan a anteriores grabaciones del guitarrista como One Quiet Night (2003) o What’s It All About (2011), por ser álbumes en solitario, compartió algunos secretos y también sonoridades especiales como la conseguida con su inseparable guitarra arpa Pikasso, instrumento de 42 cuerdas creación también de la gran luthier, quien ha diseñado y construido más de 25 instrumentos para el músico en su largo trayecto de colaboraciones -además de tocar con él- y con la que ya grabó a finales de los 90 en álbumes como Quartet (1996) o Imaginary Day (1997), en el que también incorporó la acoustic sitar, otro diseño e invento de Manzer.
Como no podía ser de otro modo, Metheny tiró del loop para acompañarse a sí mismo en muchos temas y poder desplegar su abanico de solos e improvisaciones jazzísticas más puras, exhibió también su Orchestrion, el sistema que ideó en 2010 para controlar mecánicamente y hacer sonar diversos instrumentos y que diera nombre al trabajo publicado ese mismo año y que tras varios años de gira diera cuerpo a su doble The Orchestrion Project (2013).
Recientemente, Metheny declaraba sobre " la importancia de la expresión de algún tipo de alma o espíritu personal en la música", al margen de las técnicas, fluidez o virtuosismo, y de la "rareza y dificultad de desentrañar esa alma o espíritu personal". Planteaba que desde hace muchas décadas y siglos, "muchos músicos solo contaron con papel y lápiz y crearon grandes maravillas" y que con tanto como se cuenta ahora, eso no ocurre tan a menudo, "no vé esas grandes diferencias traducidas en mejores músicos". Cuando vemos y oimos en directo a Pat Metheny uno entiende que efectivamente sí hay músicos que desentrañan su alma, ponen sobre el escenario ese espíritu personal, con esas pequeñas incorrecciones, ese dejarse llevar e ir, apartándose por momentos de lo que se supone y espera y volviendo a retomar tras esos deslices de genialidad. Algo de lo que ha hecho Metheny su propia esencia.
Como despedida dejó su versión, más bien deconstrucción y reconstrucción, de And I Love Her, un regalo en forma de belleza serena, elegancia y emotividad, con uno de los riff más practicados de guitarra y su bella melodía lírica, tratados de una forma tan respetuosa como creativa y adorable por alguien que siempre se declara gran incondicional admirador de The Beatles. El mestizaje con su Make peace sublima una despedida acorde con lo que fue el gran concierto disfrutado. 2 horas y media de música mayúscula.
Parodiando a nuestro querido Jorge Guillén podríamos decir que nada hay en la música que no seamos nosotros mismos. Con Metheny, nos notamos parte de ella.
Better Days Ahead. Metheny
Phase Dance Theme. Metheny
Minuano Theme. Metheny
Praise. Metheny
As It Is Theme. Metheny
James Theme. Metheny
September 15 Theme. Metheny
The Sun In Montreal. Metheny
Omaha Celebration. Metheny
Antonia. Metheny
Slip Away. Metheny
Chris Theme. Metheny
Waltz For Ruth. Metheny
Our Spanish Love Song. Haden
Cinema Paradiso. Morricone
Two For The Road. Mancini
First Song. Haden
Song For The Boys. Metheny
Zero Tolerance For Silence Part 10. Metheny
Into The Dream
Alfie. Bacharach
Rainy Days and Mondays. Williams & Nichols
That’s Just The Way I Always Heard It Should. Simon
Garota de Ipanema. Jobim
Last Train Home. Metheny
La Crosse. Metheny
Everything Happens to Me. Adair / Dennis
Here, There and Everywhere. Lennon / McCartney
MoonDial. Metheny
Manha De Carnaval. Bonfa
KC Blues. Metheny
I Fall In Love Too Easily. Jule Styne
New PM. Metheny
Orchestrion. Metheny
Sueño con Mexico. Metheny
Wichita Lineman. Webb
And I Love Her. Lennon / McCartney
Make Peace. Metheny