Mar 4 2012

The Jazzwise Quartet en el Teatro Cervantes

Teatro Cervantes 29/02/2012

Hacer música de verdad y disfrutar del espectáculo

Texto: Daniel Lozano | Fotos: Daniel Perez / Teatro Cervantes

Dentro del VIII Seminario Internacional de Jazz de Alhaurín de la Torre, The Jazzwise Quartet ofreció un concierto demostrativo de lo que tienen que ofrecer los que serán los profesores que impartirán las clases magistrales del seminario. Con respecto al año pasado repiten el baterista Gregory Hutchinson y el músico neoyorkino-israelí Gilad Hekselman a la guitarra.

Steve Grossman (saxofón), Gregory Hutchinson (batería), Steve Grossman en primer plano al saxo y David Kikoski al piano detras David Kikoski (piano) y Ben Street (contrabajo) son cuatro músicos de larga trayectoria individual. A Grossman, 'sideman' de Miles Davis, Michael Petrucciani, Art Taylor, Elvin Jones, David Williams o McCoy Tyner, lo acompañaron tres grandes maestros que han grabado junto a Diana Krall, Joshua Redman o John Scofield entre otros, y que han tocado en los más importantes festivales de jazz del mundo. The Jazzwise Quartet se presentaron en el Teatro Cervantes en absoluta primicia en Málaga y como parte de las actividades de la octava edición del Seminario Internacional de Jazz de Alhaurín de la Torre, en el que impartirán clases magistrales.

El concierto comenzó con la naturalidad de unos músicos que pretendían hacer del Cervantes un club de jazz. Nos encontramos con un cuarteto dispuesto a entenderse desde el primer momento, a hacer música de verdad y a disfrutar del espectáculo. El teatro no alcanzó ni la mitad de su aforo y era una pena, porque el ambiente fue algo desangelado. The Jazzwise Quartet interpretó standards y composiciones propias en un ecléctico viaje del hard bop al be bop, la fusión, el swing o el free jazz. Hubo música, mucha música en una formación liderada por Steve Grossman y excelentemente acompañado por unos músicos de una gran trayectoria musical. Mención especial para el pianista David Kikoski, que trajo pasión y buen gusto. Supo como ninguno levantar los aplausos del teatro, no le faltó entrega, lenguaje y actitud en el gran despliegue armónico y melódico que sostuvo al piano en la hora y media de concierto.

David Kikoski durante un solo al piano El batería, Gregory Hutchinson, estuvo participativo, creativo y fuera de plano, ya que el volumen de su batería estaba por encima de cualquier solo, siendo en mi opinión lo peor del concierto. El piano apenas se escuchó y el contrabajo en muchas partes del concierto también sufrió lo mismo. Steve Grossman me pareció frío, con poca actitud, le faltó chispa y conexión con el público, algo tan importante en esta música. Sin embargo la colaboración del guitarrista Gilad Hekselman, que apareció para quedarse el resto del concierto, aportó luz a la propuesta.

En definitiva, un buen concierto de jazz que los amantes de este género disfrutaron y muchos de ellos lo seguirán haciendo en el Seminario Internacional de Jazz de Alhaurín de la Torre, donde impartirán su magisterio.