08/11/2021. Teatro Cervantes. 35 Festival Internacional de Jazz de Málaga.
Texto: Carlos Guerrero | Fotos: Daniel Pérez / TC
El músico asturiano fue galardonado con el premio Cifu en el 35 Festival Internacional de Jazz de Málaga.
La noche del lunes estaba señalada en la programación del 35 Festival Internacional de Jazz de Málaga como una ocasión especial. Se entregaba el ya tradicional premio Cifu con el que la fundación dedicada a mantener el legado del divulgador Juan Claudio Cifuentes reconoce la labor de reputados músicos del panorama jazzístico internacional que participan en el festival malagueño. Tino Di Geraldo fue el galardonado de esta edición, quien recibió la estatuilla de manos de una Luz Casal que se deshizo en elogios con el baterista. Di Geraldo, agradecido y visiblemente abrumado, estuvo parco en palabras. Parecía querer guardar su discurso para después, baqueta en mano.
No disgrego (o quizá sí, pero permítanmelo) si digo que las cosas tienen su sitio y su momento, y la ocupación del espacio en un escenario no es cosa menor. Esforzados escenógrafos nos demuestran como la disposición del atrezo, de los actores o de los músicos, la elevación sobre plataformas o la luminotecnia son cruciales para el disfrute de un buen espectáculo. Convendremos en que sin contenidos de calidad la escenografía puede quedarse en adorno superfluo. Dame una buena banda y déjate de artificios escenográficos, que diría el ortodoxo melómano. Sin embargo, queramos o no, transmitimos información con nuestros gestos o con la ocupación que realizamos del espacio disponible. Si queremos subrayar un evento, la entrega de un premio, por ejemplo, una esquina pegada a bastidores no parece lugar adecuado; mientras que un atril más centrado en la escena daría empaque al evento. De igual modo, un vacío en el escenario nos impele a querer llenarlo y genera desazón. La formación en U de toda la banda dejaba el centro de la escena deshabitada. Pasada hora y media de concierto, Tomasito llenó el vacío, el físico.
Concert Bal es el nuevo álbum de Tino di Geraldo compuesto por un conjunto de rapsodias que integran el jazz, lo latino, el flamenco, la música magrebí o la copla. Cuenta con composiciones propias y versiones (Nine Inch Nails, Paco de Lucía y Los Van Van), y con arreglos y orquestación pensadas para el directo, para el que se acompañó de una nutrida banda rica en percusiones y coronada con un efectivo cuarteto de vientos.
Arrancó el concierto con ímpetu: Por geraldinas mezcló flamenco y jazz a partes iguales. Tardó poco la sección malagueña de vientos compuesta por el trombón de Fernando Brox y los saxos de Enrique Oliver en demostrar que su presencia en las tablas respondía a su musicalidad y buen hacer, no a su gentilicio. Excelente solo de Caramelo al piano que consiguió calentar al escueto aforo.
Ojalá trajo el tumbao justo antes de Discpline, versión de Nine Inch Nails que Tino se ha llevado a su terreno con éxito, si bien anoche faltó seguridad en la interpretación y cohesión entre sus partes. Es justo destacar la rotunda interpretación de congas, tumbadoras y todo elemento de percusión que cayó en las manos de El León y Pedro Pablo. Excelente también los picados en la flauta de Juan Carlos Aracil. La salsa de Hallaré nos hizo viajar a Cuba justo antes de que sonaran los acordes de Entre dos aguas. No podía faltar el homenaje a Paco, con el que Tino también compartió escenario. Prosiguió el viaje e hicimos parada en Marruecos, en Esauira concretamente.
Cerca del final, Yohany Suárez sustituyó en el registro grave a Yelsy Heredia, quien a partir de entonces se centró en las voces. Una pena que no pudiéramos disfrutar más tiempo del talento de Yohany. Y como ya anunciamos arriba, salió Tomasito con todo su arsenal de movimientos y caricaturas en un homenaje a Los Van Van que cerró el concierto. Ya con el público en retirada, llegó el bis que sentó de nuevo a los asistentes que no tardaron en enfilar los vomitorios.
Javier Gutiérrez Massó ‘Caramelo’, piano
Yelsy Heredia, bajo, contrabajo y voz
Ramón González, ‘El León’ percusiones
Manuel Machado, trompeta
Fernando Brox, trombón
Juan Carlos Aracil, flauta
Enrique Oliver, saxo
Tomasito, voz y baile
Tino di Geraldo, batería y dirección artística