Lleno tras lleno, sesión tras sesión, convierten al musical de la factoría Disney en el éxito del verano malagueño.
Teatro Cervantes, 21 de julio de 2.013
Texto: Alfonso U.H. de Mendoza | Fotos:Teatro Cervantes
Más de diez años estuvo La Bella y la Bestia en el teatro Lope de Vega de Madrid en un rotundo éxito que vimos más de un millón de espectadores de todos los rincones de España. Quince años después de su estreno, la productora Stage Entertainment nos ofrece más de veinte representaciones, hasta el 4 de agosto, en el Teatro Cervantes de la capital de la Costa del Sol.
Una grandiosa producción que recrea fielmente el espíritu de la película original, respetando la mayoría de los diálogos y escenas e incluyendo integramente todas las canciones del film y algunas más del mismo compositor Alan Menken. Todo ello con una escenografía espectacular y cuidada al detalle, como se debe esperar de un superespectáculo Disney.
Sensacionales decorados aparecen y desaparecen vertiginosamente durante la representación gracias al uso varias plataformas giratorias concéntricas, dotando de ritmo y continuidad a la historia durante las tres horas de duración, haciéndola ágil, amena y muy vistosa. Gracias también a una estudiada iluminación y un suntuoso vestuario y caracterizaciones, fieles a los personajes cinematográficos. 
El elenco esta formado por más de 30 cantantes, actores, bailarines y acróbatas, demostrando su buen hacer a lo largo de la representación, desde los papeles principales hasta los más breves, destacando una excelente interpretación de Bella por la joven Talia del Val: expresiva, de bello timbre y perfecta vocalización; muy bien arropada por Ignassi Vidal (Bestia) y Roger Berruezo (Gastón), muy afinados y sólidos en sus personajes.
Entre los papeles secundarios destacaron un magnífico Lumiere interpretado por Diego Rodríguez y Babette (Marta Capelle), con simpáticas intervenciones, además de una soberbia Sra. Potts (Mone).
Mención especial merecieron las sensacionales coreografías -como la de la escena del "festín"-, las espectaculares acrobacias del gimnasta Alejandro Arce caracterizado como Tapete y la intervención del niño malagueño Marcos Montiel como Chip.
La interpretación musical de orquesta y voces fueron muy buenas si bien la producción evita en todo momento el sonido directo, amplificándolo electrónicamente por las dos torres de altavoces situadas a ambos lados del escenario. Para ello la orquesta se sitúa debajo del escenario del Cervantes, fuera de la vista -y oidos- de los espectadores; y los actores cantan a través de pequeños micrófonos casi invisibles.
Este sonido indirecto tiene la ventaja de un resultado integrado, homogéneo y muy pulido, pero también la desventaja de desaprovechar las cualidades tímbricas y dinámicas del sonido natural. Recuerdo que hace años cuando vi el musical en Madrid tuve la misma sensación, si bien en el Lope de Vega la orquesta era visible a través de paredes de metacrilato aislante, y en el Cervantes hubo que imaginarla.
El Teatro Cervantes presentó un lleno de público de todas las edades, con ambiente familiar, que aplaudió número tras número hasta la ovación final que despidió con todos en pié la clásica magia de Disney. Aprovechen si pueden.
La bella y la Bestia. El musical de Brodway
Stage Entertainment España
Con Ignasi Vidal, Talía del Val, Roger Berruezo, Raúl Peña, Enrique del Portal, Diego Rodríguez, Frank Capdet, Eva Diago, Marta Capel y Mone, entre otros.
Y los niños Martina Vidal, Claudia Montiel y Marcos Montiel
Música Alan Menken
Letras Howard Ashman y Tim Rice
Libreto Linda Woolverton
Coreografía John Macinnis
Dirección Glenn Casale
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