29/09/2017. Teatro Cervantes.
Texto: Cristina Gandarias | Fotos: Daniel Pérez / TC
Cuando ves en el principal teatro de tu ciudad anunciado el musical Jesucristo Superstar, ni se te pasa por la cabeza que son alumnos de la Escuela de Arte Dramático y del Conservatorio los que van a realizar la representación. Si entras en la programación del teatro, te encuentras con que la productora es Nuevo Teatro Musical y videos que seguramente te sorprendan y no investigues más. Hay quien esto, le pueda parecer bien, quien le pueda parecer mal y a quien le de igual. Yo soy de las últimas siempre y cuando el espectáculo esté a la altura de ser representado en esas tablas y este, lo fue.
Siempre que la compañia es malagueña, se respira de manera diferente en los alrededores del recinto antes del inicio. En este caso también fue así y con más motivo. Son noveles y es el Cervantes. Amigos, familiares y compañeros pueden sentirse orgullosos y emocionados. El resto también debemos hacerlo, aunque solo sea por el simple hecho de saber que se les da una oportunidad a nuestra cantera cultural y que se les está gravando con la responsabilidad de seguir abriendo camino a los que vienen detrás y continuar por la senda que han heredado de los que ya han pasado por aquí, dejándola, como mínimo igual de cuidada.
No sé si una de las innovaciones que traen estos chicos es su forma de calentar y concentrarse antes del show, tomando cervezas en el bar de enfrente maquillados y vestidos para la actuación, o si es fruto del descaro y la sobradez propia del impetu que otorga la juventud y la falta de experiencia. Para mi gusto, le quita magia a la representación, pero esto es solo una apreciación personal y totalmente subjetiva.
El aforo está al completo y la escenografía que nos recibe a telón abierto promete. Veinticinco actores más veinticuatro músicos encima del escenario. Es una gran producción y así lo demuestran con la coordinación coreográfica, los cambios en la escenografía, los juegos de luces, las afinaciones de todas las cuerdas vocales, todo en su sitio y moviéndose según lo estipulado. Esto es lo que hace que el público aplauda después de cada escena, que perdone los fallos del sonido e incluso el excesivo tono punk que no fue atenuado para el descanso auditivo en ningún momento, y que finalmente acaben en pie ovacionando y aplaudiendo como si no hubiera mañana.
Música: Andrew Lloyd Webber y letra de Tim Rice
Elenco: Franc González, Daniel Garod, Estefanía Moscoso, Xisco González, Javier Cereto, Pepe Nájera, Samuel López, Mario Rizo, Ismael Alvendiz, Jose Pastor, Jorge Roig, Carolina Kelsen, Claudia Sierra, Barbara Lay, Nerea Serrano, Paula Serrano, Paula Cuesta, María del Mar Molina, Yohana Recio, Sheila Benjamín, Ismael Cobos, Demetrio de la Torre, Guillermo Chacón Poveda, Alejandro Saldaña y Arwent Martínez.
Adaptación y dirección: Leonor Pelayo
Dirección musical: Nacho Doña
Coreografía: Daniel Garod
Iluminación: Roberto Romance
Escenografía: Lola García Segovia
Orquesta
Violines: Zeljko Molina, Julia Arribere, Begoña Ramos y Alejandro Romero
Violas: Celia Viñolo y David Campos
Violoncello: Carlota Hernández
Flautas: Maite Guarino y Javier Contreras
Clarinete: Julián Godínez
Saxofones: Miguelón Díaz, Tomás Guarino y Juan Manuel Arrazola
Trompetas: Ángel Martín y Francisco Domínguez
Trombón: Tania Martín.
Trompas: Fernando Montosa y Alejandro Niebla
Teclado: Carmen Vidal
Guitarra: Manuel Rueda y Salva Benítez
Bajo: Miguel Romero
Batería: Francisco Fernández
Piano y dirección: Nacho Doña
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