09/07/2016. Festival Wonderbeach. Palacio de Congresos de Torremolinos
Texto: Alberto Medina | Fotos: José M. Cortés
Tras cerca de 40 años de éxitos, más de quince millones de discos vendidos y muchos kilómetros recorridos entre España y América Latina; Olvido Gara (más comúnmente llamada Alaska) llega a Torremolinos con el equipo de Fangoria para poner un estupendo broche al Festival Wonderbeach en los jardines del Palacio de Congresos de Torremolinos. Con las mejores sesiones de música electrónica, Torremolinos quiere volver a ser estandarte del ocio LGTBI celebrando entre el 5 al 10 de julio de 2016 el Festival Wonderbeach. Seis días de alegría, los mejores pinchadiscos internacionales música y enorme dosis de fiesta sirven de antesala al mayor crucero gay “La Demence” y al encuentro de osos “MadBear”.
Es imposible no considerar Alaska (y Fangoria) como un icono de la música española (Kaka deluxe, Alaska y los pegamoides, Alaska y Dinarama o Fangoria) y ya su presencia en cualquier festival es motivo de peregrinaje de miles de personas adictas a sus ritmos y letras. En todo este tiempo, como el famoso río de Heráclito, es difícil fijar a Alaska en un estilo determinado, desde música punk al cabaret o la música dance.
Siempre la música en directo es un reto, sobre todo cuando gran parte del público espera que se supere el listón de calidad que siempre nos tiene acostumbrados Fangoria. Tras unos minutos de retraso y sin ningún grupo musical de telonero, algo de música enlatada -reivindicamos a Rafa Spunky-, Alaska y Nacho Canut aparecieron en un escenario donde se mezclaban diversas figuras geométricas como guiño al single Geometría polisentimental. Encima del escenario Fangoria repasó tanto la discografía nostálgica de Alaska (Mi novio es un zombie, Como pudiste hacerme esto a mí, Quiero ser santa, Perlas ensangrentadas, Bailando, Un hombre de verdad), como canciones de la discografía de Fangoria: No sé qué me das (Naturaleza Muerta, 2001); Miro la vida pasar, Retorciendo palabras de amor (Arquitectura efímera, 2004); Eternamente inocente (Viven, 2007); Absolutamente (Absolutamente, 2009); Qué desfachatez, No quiero dramas (Cuatricromía , 2013) como también las canciones Disco Sally, Fiesta en el infierno, Manual de decoración para personas abandonadas, Geometría polisentimental e Iluminados que se encuentran incluidos en su último trabajo Canciones para robots románticos (2016). Aparte de las letras propias, también hubo momento para la diversión con una mezcla de canciones: Toro de El columpio asesino, Yo quiero bailar de Sonia y Selena, Bailando de Astrud y la setentera Estoy Bailando de Las Hermanas Goggi. Era imposible no entrar en comunión con todas las personas que en ese momento saltaban y coreaban las letras.
Aparte de la excepcional conexión de Alaska y Nacho Canut (teclados y algunas veces, bajo), alabar el exquisito trabajo de Rafa Spunky (corista) que como siempre consigue llevar la voz de contralto de Alaska hasta cotas inimaginables calidad técnica; y del cuerpo de baile que hicieron tan divertidas las casi dos horas que duró el concierto. El concierto terminó con los bises Ni tú ni nadie y A quién le importa, casi dos horas de concierto en la que el público disfrutó con todas las canciones, y con el deseo de poder disfrutando de más ediciones del festival Wonderbeach en la Costa del Sol.