13/05/2021. Cine Albéniz. MaF 20121.
Texto: Elisabet González | Fotos: Mónica Figueras para Xoel López
Xoel López fue el encargado de abrir el MAF 2021, preámbulo del 24 Festival de Málaga, que está a la vuelta de la esquina. El artista gallego, que vendió todas las localidades en un solo día, sabía que el público malagueño venía con muchas ganas de música en directo.
Desde el primer momento, el Albéniz parecíó más que una sala de cine, una discoteca improvisada, o de como aprender a bailar en una silla. Porque eso sí: mascarillas, distancia social y la prohibición de no ponerse de pie aún impera en los conciertos en directo. Veremos hasta cuando. Unas luces psicodélicas junto a los primeros sonidos de música electrónica, fueron el pistoletazo de salida de casi dos horas de un concierto, de todas todas muy esperado. Xoel López abrió la tarde con El destello y eso es en lo que se convirtió el artista y su banda, en un destello de luz brutal en nuestras vidas. Continuó con Vampiro Blanco, casi sin parar y para ese momento, el público ya entendió el nivel de lo que venía a disfrutar. El tema que da título a su último álbum, Si mi Rayo te Alcanzara hechizó al albéniz, dispuesto a darlo todo.
Xoel es capaz de cantar letras profundas mezcladas con ritmos alegres y cuando te quieres dar cuenta, estás atrapado en una espiral de emociones. Hubo muchos momentos mágicos en la tarde del jueves, de risas, de bailes y también de melancolía. Con el tema A Serea e o Mariñeiro tuvimos un derroche de percusión y voces para el recuerdo. La conexión entre la banda y su público se respiraba en el ambiente. El artista fue mezclando canciones de su nuevo trabajo con temas anteriores, en los que no pudo faltar un recuerdo a Deluxe. La nueva versión que su compañera Ede ha hecho del tema Quemas no deja indiferente. Las voces femeninas que acompañan a Xoel cobran un protagonismo casi imprescindible: Alma de Oro es un ejemplo de la riqueza de la combinación de voces. La fuerza de la canción y la increible interpretación de Xoel junto a Ede elevaron al públicó a lo más alto.
En la segunda parte del concierto no pudo faltar el tema de cabecera de la serie El desorden que dejas que lo ha hecho más conocido aun si cabe. El autor destacó lo que el cine puede hacer por una canción. Hubo momentos íntimos como cuando Xoel interpretó la balada Joana, intercalados con espacios de explosión y rock and roll. Con el tema Balas, se vivió otro momento en que el público se esforzó para no levantarse a cantar y bailar. Tierra, de su álbum Atlántico no podía faltar, una oda a las palabras, a todo lo que podemos transmitir, a la importancia de transmitirlo bien y con amor. Las voces femeninas de nuevo nos dieron uno de los grandes momentos: esta vez Gaby Moreno con la canción Catarata nos envió un mensaje para impactar. No nos pueden quitar la verdad otra vez, ni ahora ni nunca.
El tiempo iba pasando y se preveía el final. En ese momento dos piezas fuertes: Ningún hombre, Ningún lugar interpretada sin parar junto a Lodo nos dejaron con ganas de empezar el concierto de nuevo. Y es que la explosión y mezcla de ritmos de rock, samba y música electrónica que nos ofreció la banda calaron muy hondo. Patagonia fue un regalazo de despedida, toda una declaración de intenciones y un grito salvaje a nuestra realidad: Ahora todo es igual pero nada es distinto. Yo prefiero llevarlo al terreno de Xoel y decir que después de disfrutar su directo, ya nada es igual.
Como no, la tarde merecía una despedida alegre y bailonga como Tigre de Bengala. Y así el público se marchó, con ganas de más. Porque Xoel quiere por encima de todo mandar mensajes de vida, de disfrute y siempre siempre, de buena música. Si su rayo te alcanza, estás perdido.