28/08/2021. Castillo de Gibralfaro
Texto: Mikel Villar | Fotos: Brisa Festival
Casi terminando esta primera edición del Brisa Festival, el patio de armas del Castillo de Gibralfaro recibe al barbiespeso Ángel Stanich con su banda al completo y a la banda malagueña de pop independiente Ballena, que calentaron motores en una noche de tórrido terral.
La banda malagueña formada por Miguel (guitarra, voz y barbas), Juande (Batería), Alejandro (guitarra), Sixto (teclados) y Alfonso (bajo) se creó por 2015 y lanzaron su último disco Odisea Ballena, justo antes de la pandemia en el sello Subterfuge. Despuntaron en la escena malagueña con su primer trabajo Navarone, pero este segundo largo les ha permitido trabajar más tiempo como banda, ensayando juntos cuando sus respectivas obligaciones se lo permite.
Aunque sea una banda con un corto recorrido, en Ballena se nota el poso de los años de profesión en otras formaciones de sus componentes, interpretaciones perfectas de sonidos frescos, letras trabajadas con mensaje y muy buena aptitud sobre el escenario.
Tras el calentamiento y con la banda sonora de Amanece que no es poco de fondo, un Stanich inconmensurable llena con su presencia y su característica voz nasal y turbada, el escenario fortificado de Gibralfaro. Le acompañaba su banda, con Víctor Pescador a la guitarra y coros, Lete Moreno a la batería, Jave Ryjlen en los teclados y el tremendo Alex Izquierdo al bajo y coros.
Nos fueron desgranando su último EP Una visión global bastante aproximada, que recoge cinco canciones que son el aperitivo para el futuro disco que saldrá en breve y por supuesto temas de sus anteriores trabajos como los discos Camino Ácido (2014) y Antigua y Barbuda (2017).
Arrancamos con Volver y Una temporada en el infierno, destacando que este regreso esperado se produce en un momento todavía complicado para los que se dedican a esto de la música. Siguieron Un día épico, Carbura! y Qué será de mí con un público entregado desde el minuto cero y medio puesto en pie.
Con su aspecto desgalichado y lisérgico, el cántabro saludó en especial a su familia malagueña entre la que se encontraba su madre y nos deleitó con ritmos más lentos en Matar a un ruiseñor y El día después para rápidamente volver a la carga con una cañera versión de Hula hula. Letras reivindicativas y con mensaje antimachista siguieron con Señor Tosco, Tu Alfredo Landa y Salvad a las Ballenas, para cerrar aunque avisando que a ellos les gustan los bises, con la magnífica Escupe fuego.
Breve salida del escenario para volver a rematar con las apoteósicas Metralleta Joe y cómo no Mátame Camión, con el respetable jaleando y coreando mientras Stanich salta del escenario y se revuelve danzando entre mascarillas.
Nivelazo de grupo para este Brisa Festival al que podemos augurar un buen futuro si mantienen esta calidad.
Este último Ep nos ha dejado con ganas de más y estamos esperando con el ansia desbocada la nueva cosecha del ermitaño del pop en septiembre, que tras su retiro a mediados de 2019, vuelve con fuerza y con muchos motivos como él mismo describe en su web:
Hay muchos motivos para volver. Os echo de menos… Necesito el dinero… ¡En fin! Muchísimos motivos para estar de vuelta. Por el loco que te grita y no le entiendes. Por la loca que te mira y no te entiende. Por el mono. Por el perro callejero que siempre soñé. Por la señora que te mira como una madre. Por mi madre. Por Tutatis. Por Michael Robinson. Por MJ. Por Anguita. Por Cuerda… Por mí, y por todos mis contratiempos. Por el marchamo de las cosas. Porque siempre llego tarde y sería bueno ir tirando. Por los “hombres de las praderas”. Por las mujeres invisibles. Por los niños con peluca. Por la crítica y la lisonja. Por amor al arte. Por arte de magia. Por la magia del amor. Por Don Hilario cuando enhebra. Por Mr. Wonderful. Por Paca “La Piraña”. Por Michael Scott. Por la Casa Real. Por las casas de putas. Por la evasión fiscal. Por Europa (si no ha muerto). Por los derechos humanos. Por Alfredo Landa. Por Blanca Fernández Ochoa. Por Kobe. Por la Sardá. Por Mundstock. Por Burt Lancaster. Por María Barranco. Por Bergman. Por los Dassin. Por Kurosawa. Por la noche. Por Monty Python. Por Miyazaki. Por Cimas. Por Cansado. Por Laura Márquez. Por Ibarburu. Por Agustín Lara. Por Arturo Barea. Por Björn Borg (que nunca debió volver). Por Indurain. Por Diego Armando. Por su médico (un hombre muy ocupado). Por Charly. Por Jerry. Por Litto. Por Tomita. Por Hosono. Por Stevie. Por Joni. Por Greta Thunberg. Por Borrell. Por Iceta. Por la diversidad. Por Bruce, Bob, Paul, Neil… ¡Por Prince! Por Lole y Manuel… Porque me dé un poco el aire. Os estoy tomando el pelo. Mi regreso no tiene más motivo que el meramente funcional: para eso me fui. ¡He brotado como de la tierra! Tengo fotos… Muy pronto me oiréis llegar por “aquel camino verde”, silbando esa vieja canción del “aquí no ha pasado nada”. Disfrutad de los aperitivos. Regocijaos. Mas, mis queridos “niños perdidos”, guardad para septiembre. Entonces llegará la nueva cosecha. Ángel Stanich
Ángel Stanich. Voz y guitarras
Víctor Pescador. Guitarra y coros
Lete Moreno. Batería
Jave Ryjlen. Teclados
Alex Izquierdo. Bajo y coros
Miguel. Guitarra y voz
Juande. Batería
Alejandro. Guitarra
Sixto. Teclados
Alfonso. Bajo