04/10/2024. Teatro Cervantes. S!ngulares 2024.
Texto: Mikel Villar | Fotos: Promocionales/TC
Deslavazada actuación en un escenario inadecuado
Anoche, con un escaso tercio del aforo ocupado, el Cervantes disfrutó del rock canalla y rumbero de la banda liderada por el carismático Lichis, que repasó durante exactamente 90 minutos algunas de las canciones de los cinco discos de estudio que componen su carrera musical: Cuando me suenan las tripas (1997), Cabrón (1999), Vestidos de domingo (2001), Ni jaulas ni peceras (2003) y Hotel Lichis (2005).
Para calentar al respetable, la cantautora malagueña Ángela González armada de guitarra y acompañada por el productor musical y pareja sentimental Fernando Macías con otra guitarra, telonearon a La Cabra durante media horita y nos deleitaron con sus canciones sobre el amor y el desamor en tonos acústicos y con mucha gracia y soltura sobre el escenario. La joven artista de 26 años, con dos álbumes en su trayectoria, Por amor al desastre (2018) y To perfe (2021) ha ganado varios concursos, incluyendo el X Certamen Nacional de Música Distrito Barajas y el COAC Málaga 2021, donde su vinculación con el carnaval la llevó a versionar el himno oficial del Carnaval de Málaga en 2022, sucediendo a Vanesa Martín. También ha colaborado con artistas como El Jose y Masi, además de telonear a reconocidos grupos como Maldita Nerea, Antílopez y Efecto Mariposa.
Tras el aperitivo y con ciertos problemas de sonido que no se arreglaron en todo el concierto, La Cabra arrancó a buen ritmo con el éxito que abría su tercer álbum Felicidad. El sonido se fue corrigiendo conforme avanzaba el concierto aunque nunca oímos la voz del cantante nítidamente en toda la noche. El Lichis, que había saltado a la palestra con su conocida americana honky tonk con bordados, se la quita por el calor y nos cuenta lo mayor que está y lo muchos excesos que ha vivido, todo parecía una broma sobre la hizo hincapié en varios momentos del concierto, pero tristemente los chistes sobre cuánto tiempo tenía que durar el concierto, se fueron haciendo realidad como si de una cuenta atrás se tratara.
Repasaron muchos temas conocidos que hicieron que el público respondiera tímidamente en una noche en la que no hubo conexión entre la banda y el respetable. Sonaron La fábula del hombre lobo y la mujer pantera, Shalala, Arroz con ajo y muchos otros, pero parecía que la banda, a la que no se le puede negar su buen hacer y profesionalidad intachable, estaba repasando la lista de los Reyes Godos en vez de recorrer los temas que han hecho de ellos lo que son. Se echaba de menos la complicidad que despiden sus canciones, que hablan de ese amor usual que huele a calamares fritos y tortilla de patata, de un sexo cotidiano con sabor a mantequilla y a cigarrillo y de ese desamor inevitable y desgarrador que te deja roto y helado. Esos temas que son pequeñas historias cantadas de lo habitual, lo vulgar, lo poligonero… la vida… pero anoche no sentimos nada de eso.
Obviamente no faltó un recordatorio a Javier Ruibal y a María Jiménez con la que grabaron La lista de la compra, su tema más comercial y que fue el único que hizo que el público reaccionara y se pusiera en pie. Tras este éxito sonó Como Penélope en la estación del AVE de su último álbum y fin, no hubo posibilidad de pedir un bis, porque se encendieron las luces y empezó a sonar la música de ambiente… tampoco hubo intento por parte del público por pedirlo.
La Cabra Mecánica es un grupo singular e imprescindible del panorama nacional al que les tocó vivir de lleno la gran transformación del sector musical de lo analógico hacia lo digital, en donde las compañías discográficas eran las que ganaban dinero a espuertas por la venta de discos, mientras que los grupos se llevaban solo las migajas de las giras de conciertos y que a pesar de su esfuerzo y gran trabajo, al acabarse la venta de discos con la llegada de las nuevas plataformas, se vieron desplazados por un sistema que como el gran “Saturno” acaba devorando a sus propios hijos.
Puede ser que el Teatro Cervantes no sea el mejor escenario para un concierto a tres guitarras de La Cabra Mecánica y que el exceso de chanzas politiqueras por parte de El Lichis puedan aburrir al personal. Además, si de las 400 entradas vendidas (el teatro tiene aforo para unas 1200 personas), aproximadamente la mitad estaban en el gallinero, el patio de butacas parece desierto y seguro que desde el escenario se veía desangelado. El Lichís no se dio cuenta de la existencia de esas personas del gallinero hasta que se encendieron las luces finales.
No está en el ánimo de este redactor buscar culpables del flojo espectáculo que vimos anoche, pero hemos vivido anteriores experiencias con La Cabra Mecánica mucho más satisfactorias y esperamos que en las próximas actuaciones de la que se presupone es su gira de despedida definitiva, recuperen el nivel de calidad que siempre han tenido.
Ficha técnica
Miguel Ángel Hernando, Lichis. Voz y guitarra
Adrián López. Batería
Fernando Polaino. Guitarra
José Eceiza. Guitarra
Dani Fernández. Bajo
Ángela González y Fernando Macías. Artistas invitados
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