Viernes 29/05/2015. Sala La Cochera Cabaret
Texto: Carlos Guerrero | Fotos: Web
La Cochera cabaret acogió el pasado viernes el concierto de Ariel Rot, mítico guitarrista de Tequila y Los Rodríguez.
Un apellido puede abrirte puertas, pero también las puede cerrar. El joven Jordi Cruyff tuvo que abandonar el FC Barcelona por la dificultad de bregar con tan ínclito patronímico, y por las expectativas que generaba en la afición por ser descendiente del mito azulgrana. Probablemente nunca habría vestido la elástica azulgrana con otro apellido, si bien este le impuso un nivel de exigencia que acabó condenándole. La historia de Ariel tiene un final más feliz: él no tuvo que abandonar el club de los rockeros, pero, para bien o para mal, no podrá desligar nunca su nombre del de Tequila o Los Rodríguez. Lejos de verse engullido por su pasado o de renegar del mismo, el cantante argentino, afincado en España desde joven, ha sabido conjugar su carrera en solitario con la del famoso guitarrista de Mucho mejor. Es animal de concierto. El magnetismo de Rot en el escenario le da para el reducido formato de su propuesta. Su sola presencia llena y sus guitarras y teclados le acompañan. Las tablas hacen el resto para conformar un espectáculo cañero e íntimo a ratos que no defraudó.
En casi dos horas de concierto, Ariel Rot interpretó temas de sus discos en solitario (Viridiana, la cruda Debajo del puente o Muñeca rota) entrelazados con clásicos de los Rodríguez o Tequila vestidos con otras ropas para la ocasión. Dio tiempo para entrelazar anécdotas, como el encuentro fortuito con Sabina o sus divagaciones acerca de la importancia de las grupis, que concluía con una advertencia: “nunca se acueste con una mujer que tenga más problemas que usted”. Mediado el concierto, se sentó al piano con el respeto del que se sabe en casa ajena pero que al poco se descalza y se acomoda en el sillón orejudo del salón. En este punto, el músico se volvió más intimista. La calma antes de la tempestad, que vino con la guitarra de nuevo para regalarnos una tanguera versión de Mucho mejor o el coreado y bailado El marinero y el capitán en los bises.
El público disfrutó y, como viene siendo habitual en una sala que destaca en la capital por su amplia y diversa programación, no calló, llegando a dificultar la escucha e incluso a arrancar más de una ocasión la llamada al silencio por los más fieles seguidores.
El sonido fue potente en las guitarras y los pianos, aunque algo sobrado de medios en las voces. Quizá sea algo premeditado para dar empaque a la voz aguda de Ariel, pero se satura así este rango de frecuencia haciendo innecesariamente incómodo seguir la letra, sin que esto supusiera un problema mayor.
Voz, guitarras y piano – Ariel Rot
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