29/07/2015. Teatro Cervantes. Terral 2015.
Texto: Miguel Ángel Barba | Fotos: Daniel Pérez / Teatro Cervantes
Asfalto: Rock de Autor, Rock de LujoMe van a disculpar un pequeño periplo por el pasado, quizá destile ligeros tintes nostálgicos, pero es que hay cosas que si no se sitúan en los contextos adecuados pierden toda su esencia y sentido.
Tenía yo 16 años cuando Asfalto publicó canciones que forman parte del acervo de varias generaciones. No fue hasta dos años después, 1980, cuando conocí a este formidable grupo que, si bien nació en 1972, no es hasta 1977 cuando firman por la discográfica Zafiro para dar el pistoletazo de salida a su nuevo sello el hiperconocido Chapa Discos, dirigido por el afamado Vicente Romero "Mariscal".
Podría decir que ha llovido mucho desde entonces, pero no es cierto. Recuerdo que en aquellos tiempos, en los que un grupo se podía permitir el lujo de crear dos discos en un solo año (1978: Asfalto y Al otro lado), preñados de temazos, no existían ni de lejos los medios actuales y quienes aspirábamos a hacer música, o simplemente tocar sus canciones, teníamos que pasar horas delante del tocata o el cassette, para adelante y para atrás, hasta que todos en nuestro barrio llegaban a odiar o a aprenderse las canciones y por fin teníamos los acordes básicos. Eran tiempos del bolígrafo bic para rebobinar las cintas atascadas o de la moneda de cinco duros sobre la cabeza del tocadiscos por mor de los saltos y rayaduras. Ahora con un solo click en nuestro ordenador, miles de personas nos muestran sus videos de cómo se toca tal canción, cómo ejecutar tal solo, o miles de páginas nos ofrecen descargar las tablaturas completas. Obviamente, la diferencia de velocidad también se refleja en lo que tardábamos en conocer un disco nuevo o una nueva formación. Hoy, en la era de los triunfitos, las novedades nos asaltan por tv, radio e internet, las promotoras casi nos llaman por teléfono para anunciarnos el producto. En aquellos tiempos, a veces tardábamos casi dos años en conocer, oir, por un amigo que tenía otro amigo que viajó a Madrid o Barcelona y trajo un disco fantástico -aun no existía Candilejas-. O en enterarnos que dos de los miembros de Asfalto se habían separado y formado otra banda: Topo.
Cuando un grupo era capaz de sacar de una tacada en un solo disco: Capitán Trueno, Días de escuela, Isla del amor, Rocinante, Ser Urbano, El Emigrante y en el mismo año destaparse con otro album que contenía canciones como Mujer de plastico, El viejo o Nadie ha gritado, todo una miscelánea poética en forma de rock urbano y social, es raro que no llamara la atención de mucha gente y que acabara formando parte del patrimonio cultural de éste país. Como ocurriría con grupos coetáneos como Bloque o tantos que fueron conocidos por hacer "canciones de rock protesta críticas con la Transición...". Luego vinieron otros tiempos.
He leído en más de una ocasion que "en la evolución de este grupo se comprueba cómo ha sabido adaptarse al paso del tiempo..." Y no puedo estar más en desacuerdo, las canciones de este último trabajo, El color de lo invisible, siguen la misma línea que Asfalto, o quizá deberíamos decir Julio Castejón, lleva marcada desde sus inicios. ¿Y quién oyendo el tesoro sonoro y poético de Asfalto negaría que las letras de sus canciones siguen estando tan vigentes y actualizadas como cuando fueron escritas? En el fondo hay cosas que no han cambiado demasiado. Solo hay que seguir siendo consecuentes y auténticos.
Como afirmaba Castejón en su emocionado homenaje particular a Enrique Lozano, líder de Los Íberos, éste es un "País de frágil memoria..."
Letras como: ...Donde produce como diez y cobra como uno... Vivo alejado, el coche me desplazó... Vente conmigo buen Rocinante a perseguir lo eterno... A nadie llamó la atención, él era un viejo como otro cualquiera.... De él aprendimos que el bueno es el mejor, aunque al pasar el tiempo comprendimos que no... Coleccionas amigos porque algo hay que coleccionar... Enseña a tus hijos a amar la libertad... Y nadie ha gritado, y quien lo hizo ya no está... Vives con la ayuda económica de tu papá... ¿No parecen estar escritas en estos extraños tiempos?
Musicalmente, la línea progresiva del grupo permanece tal cual, con sus atisbos sinfónicos en cuanto a estructuras y su caríz urbano y social en lo lírico. Los arreglos sobre los temas antiguos los dotan de un cierto caracter actual sin perder su esencia. Quizá eché de menos el solo original de la canción El viejo, considerado durnte mucho tiempo el solo de guitarra más desgarrador, pero entiendo que un guitarra nuevo aporte de su propia cosecha en lugar de repetir o reinterpretar. En general, los nuevos temas tienen una línea continuista volviendo al Asfalto de siempre. Suenan a Asfalto y te hacen sentir como Asfalto, al más puro art rock, pero con un aura modernizada, con atisbos acústicos como Hoy te quiero escribir, con un Julio Castejón emocionado y unas deliciosas melodías de flauta por parte de Paul. Pero me voy a reservar un poco más con el nuevo disco, quiero degustarlo como todos los anteriores, en la intimidad, con tiempo, porque me da la impresión de que sin llegar a ser leyendas musicales como los temas anteriormente mencionados, es muy probable que sigan produciéndome las mismas sensaciones que durante décadas Asfalto ha cultivado en mí
Potente, redondo, emocional y sorpresivo. Con un sonido cuidado, envolvente, destacando bien y respetando los diferentes cromatismos instrumentales. Solo reprocharía el exceso de volumen de la guitarra de Paul tapando en un par de ocasiones la voz y al piano en el precioso solo de El viejo. La canción compuesta e interpretada por el batería Arturo García Lleno de rabia, probablemente la más modernista y alejada del sonido Asfalto, también sufrió algun desajuste de volumen, no oyéndose bien su voz, parecía que su micrófono mantenía el nivel de voz acompañamiento. Los arreglos de Paul Castejón si bien levantan ligeramente la pátina de nostalgia que conservan los temas, no los desprende de su romanticismo, aun logrando una cierta contemporaneidad.
Asfalto contó con músicos estratosféricos en sus diferentes etapas, pero ésto no desmerece a quienes conforman hoy día el grupo y arropan al único integrante original que permanece en la banda: Julio Castejón.
Pablo Ruiz, bajo y voces. Interesante bajista que permanece en un segundo plano la mayor parte de los temas, pero envolviendo con seguridad a la línea melódica. Redondo, potente cuando es necesario, incisivo en los momentos álgidos. Añade toques de modernidad en sus arreglos a muchos de los temas con sus golpeos, pellizcos y otras técnicas.
Nacho de Lucas, Teclados y voces. Se mantiene discreto y no abusa de las alfombras saturadas de sonidos. En los momentos que muchos recordábamos de solos o intros es cuando se crece.
Arturo García, Batería y voces. Potente, un animal de la percusión. Aporta atisbos pop, funk... y múltiples arreglos que remozan y aromatizan temas anteriores. Junto a Pablo Ruíz logran que la sección rítmica respalde e impulse al resto constantemente así como aportan matices, texturas, silencios... Sin duda buena parte del ritmazo del concierto es lógicamente gracias a ellos.
Paul Castejón, Guitarra, flauta, voces y arreglos. Sorpresón. Tiene un reto tremendo y lo supera con notable solvencia. Con la flauta delicioso, buenos cambios de registro, digitación, buena técnica con la respiración. Con la guitarra contundente, muy rítmico y con solos "más modernos", con escalas y sonoridades más actuales. Buen fichaje y buena herencia de padre a hijo. ¿El futuro Castejón líder de Asfalto?
Julio Castejón, Composiciones, Guitarras y voces. Como diría Les Luthiers: ¡Qué mas podemos añadir que no se haya dicho ya! Nos marcó para siempre y sigue siendo el mismo. Su emotividad cuando canta, habla, toca, es contagiosa y desprende una especie de militancia del buen hacer y sentir.
Con todo lo dicho, llegar a todo un Teatro Cervantes y encontrarte con solo media entrada en platea y los palcos prácticamente vacíos, es desmoralizador. Afortunadamente tras un par de canciones llegaron algunos rezagados y probablemente algunos de gallinero que bajarían y se me fue un poco la sensación de pena. Sobre todo cuando comparaba mentalmente con las imágenes de hace décadas, con el Pabellón de Carranque hasta la bandera.
Creo que Asfalto se merece mucho más, no solo por lo que ha sido, ha supuesto y el lugar que ha ocupado, sino porque es, supone y ocupa un lugar excepcional en el panorama pasado, presente y futuro de la música en nuestro país. Porque siguen siendo buenísimos y moviendo los mismos resortes. Larga vida a Asfalto. La leyenda contiúa.
Guitarras y voces Julio Castejón
Guitarra, flauta, voces y arreglos Paul Castejón
Batería y voces Arturo García
Teclados y voces Nacho de Lucas
> duración 2.00 h. (s/i)