19/02/2016. Teatro Echegaray
Texto: Eduardo Retamero | Fotos: Promocionales
Pocos días antes de celebrarse, recibo la amable oferta de Aforo Libre, de escribir la crónica del concierto de B Vocal, un grupo del cual desconocía su existencia. A pesar de ello y dado que la fórmula música + humor siempre es atractiva -sobre todo si uno también la practica- acepto el reto.
Mi primer impulso fue buscar información sobre ellos, pero me contengo y decido ir a su actuación virgen de datos, sin ninguna idea previa, salvo que son un grupo masculino que canta a capella.
La sala no está llena pero es que el viernes 19 la competencia es dura: la Insostenible Big Band ha llenado el auditorio del Museo Picasso y Javier Ojeda hace lo propio en la presentación de su disco en el cine Albéniz. El público es heterogéneo, de distintas edades, muy familiar. Con él interactúan constantemente, haciéndole cantar, palmeando la calva de un señor de la primera fila o sacando a bailar a una bonita chica de la segunda.
Un poco de humo, un escenario desnudo de atrezo y comienza el espectáculo con el siempre efectivo O Fortuna, del Carmina Burana, con el que dejan claras sus habilidades vocales y esa portentosa capacidad de imitar los instrumentos y la percusión, al estilo de Michael Winslow “el negro de Academia de Policía”. Por si no nos queda claro, ellos simulan tocar con las manos lo que imitan con la voz, y es que es difícil saber quién hace qué, dado que no se ciñen a utilizar un solo registro vocal, sino que se los intercambian, al igual que hacen con sus imaginarios instrumentos.
Con el segundo tema, September, pasan a la música disco y continúan lo que será un paseo por casi toda la música popular, desde el rock con The eye of the tiger hasta ese cajón de sastre llamado “música latina” donde caben maravillas como Guantanamera hasta temas comerciales de Ricky Martin o Shakira.
Es a través de una composición propia donde nos explican quiénes son y qué músicas admiran y moldean a su estilo. Algo así como un pequeño curriculum cantado, resumen del que es posible consultar en internet, apabullante por sus trayectorias y su sólida formación, que no se limita solo al canto sino a la música en general y las artes escénicas. Así ocurre, por ejemplo, con Juan Luís García –un andaluz entre maños– que, además de cantar, gesticula, baila y se mueve por el escenario magistralmente.
B Vocal no solo hacen uso de la parodia -como cuando se transforman en Il Timo, un grupo sospechosamente parecido a Il Divo- o de divertidos temas propios como el bolero Aún te sigo amando, Fernando sino que versionean “en serio” grandes clásicos como Aleluya o Mediterráneo, quizás las dos mejores interpretaciones de todas sus Diversiones Originales, un espectáculo donde es posible mezclar Leonard Cohen con Fernando Esteso.
Técnicamente impecables, se echa en falta un poco más de picante y riesgo en su humor. Por ejemplo, la única concesión política fue una imitación de Maduro/Chaves, cuando realmente los políticos que dan más juego son los nuestros. No estaría mal verlos en una sesión más golfa y atrevida. No a los políticos, sino a B Vocal. Potencial no les falta para ello.
En todo momento estuvieron ayudados por un gran sonido y un juego de luces que hacía más efectiva la presentación de los temas. Y el grupo supo agradecerlo pidiendo aplausos para los técnicos, al final del concierto.
Al acabar, se dirigieron a la puerta del teatro, donde un público entusiasta y satisfecho les felicitaba efusivamente y se hacía con ellos los consabidos selfies. Es lo que tiene el no tener que preocuparte de recoger los instrumentos. B Vocal ya los llevan puestos.
Alberto Marco
Fermín Polo
Carlos Marco
Augusto González
Juan Luis García