20/03/2016. Teatro Cervantes
Texto: Carlos Mesa | Fotos: Elisabeth González
Esa mujer poco amiga de la prensa y que ha dado lugar a tantas polémicas, ha dejado atrás ese pasado, y lo demuestra con su nuevo disco: Cambio de piel. El trabajo —publicado después de cuatro años de silencio— se publicó a finales del año pasado, y desde entonces solo le ha traído buenas noticias a la cantante. Como parte de la gira de presentación del disco, el Teatro Cervantes tuvo el placer de llenarse con su música y su voz.
Con una puesta en escena sencilla —donde ya destacan su típica alfombra y asiento—, pero rodeada por un gran juego de luces, se nos presenta a una Bebe cercana y en deportivas. Desde el primer momento decidió romper esa distancia con el público sentándose al filo del escenario y contando la pérdida de su maleta en el aeropuesto, causa de la ausencia de tacones. Puede verse también el lado más humano y solidario de la artista: su problema lo hila con su visita, esa misma mañana, a la Casa Ronald McDonald de Málaga, acompañado por una reflexión sobre lo verdaderamente importante de la vida que hace saltar las lágrimas a gran parte del público.
Tras esta pausa volvemos a la música, haciendo un recorrido por todas las canciones de su nuevo disco y por otras pasadas, todas ellas aplaudidas por el público, los más animados poniéndose en pie para bailar en el patio de butacas y palcos. Bebe se mueve con total soltura y naturalidad, haciendo el escenario suyo. Bien es cierto que en ocasiones esa voz rota que la caracteriza se perdía entre la música, aunque conforme fueron pasando las canciones parece ser que el problema técnico se solucionó.
Durante las casi dos horas y media de concierto hay tiempo para todo, incluso para conocer a Marta, una chica de diecisiete años con parálisis pero con una sonrisa permanente en el rostro. Sobre el escenario, y animada por la artista, Marta se anima a cantar «en primicia» una canción sorpresa para el cumpleaños de su mejor amiga, arrancando de nuevo lágrimas y una gran ovación en el público.
Sin duda, lo que tuvo lugar en el Teatro Cervantes no fue tan solo un concierto, sino mucho más. Fueron experiencias, historias, risas, lágrimas… y, por supuesto, mucha música. Y de la buena.
Voz: Bebe
Teclados: Josué Santos
Bajo: Jacob Reguilón
Guitarra: Javier Pedreira
Batería: Carlos Sánchez