Oct 16 2024

13/10/2024. Teatro Cervantes. S!ngulares 2024

Texto: Elisabet González | Fotos: Daniel Pérez / TC

Jairo Zabala y su grupo hacen magia en el Cervantes. Su nuevo disco se convierte en toda una declaración de intenciones, ya que convirtió el teatro en lo que proclama: Un lugar perfecto.

El Teatro Cervantes se llenó este domingo lluvioso para disfrutar de la música de Depedro. El artista Jairo Zabala y su grupo vinieron a presentar su nuevo trabajo, Un lugar perfecto. Y efectivamente eso es lo que hicieron, el teatro se transformó en un sitio perfecto, lleno de magia, buena música y energía de alto nivel. El artista estaba visiblemente emocionado, por el recibimiento del público malagueño y por ser la primera vez que pisaba el teatro de la ciudad. Y no es la primera vez que un artista se siente intimidado por la elegancia y estructura de este maravilloso y emblemático espacio.

Y tras tantos artistas que pasan por las tablas del Cervantes, es difícil explicar qué hace que un concierto sea realmente especial y diferente al resto. Cuando alguien vive un concierto de Depedro, esa duda queda resuelta. La energía que transmite el grupo, el carisma y la voz de Jairo y el gran nivel musical y artístico de todos los componentes, crean una combinación que hace patente esa diferencia.  Los artistas hicieron la magia y el público cayó rendido a sus pies, desde el primer acorde. La puesta en escena era sobria e invitaba a disfrutar de la intimidad que se respiraba en el aire. Los instrumentos en escena, una iluminación acorde y frágil y un bosque al fondo del escenario, creado con imágenes que se iban sucediendo, una tras otra. Y todo este perfecto despliegue se crea para arrancar la noche y hablar de la importancia del nosotros, con uno de sus temas nuevos, Lo que va pasando, para continuar con la conocida y querida Como el viento. Jairo presenta a sus compañeros Kike Fuentes a la guitarra y Martín Bruhn, que viene del otro lado del atlántico y nos deleitó con una magnífica interpretación en el tema que da título al nuevo disco, Un lugar perfecto.

Esta presentación sirve para calentar motores, pero cuando suenan los acordes de Nubes de papel, el público no puede evitar corear y aplaudir. Hay ganas de bailar y se percibe en el ambiente, aunque Jairo y sus acompañantes saben también como calmar al público. Crean un momento íntimo con un tema como Déjalo ir y al momento siguiente vuelven a levantar los ánimos con Un hombre bueno. En este tema, además de cantar, vemos las dotes artísticas de Jairo a la guitarra. Y es que él es un virtuoso guitarrista, además de cantante y compositor.

No estamos ni a la mitad del concierto y el público está feliz y entregado. Porque si algo hay en esta noche en el Cervantes, es buena música a raudales. Hemos de hacer mención especial a los técnicos de sonido, ya que no se puede decir más que el sonido estaba impecablemente regulado. Además de hablar de habilidades que nos pueden suponer un problema, Depedro son unos provocadores a los que les encanta salirse de la norma. Y como en otras ocasiones, bajaron del escenario al patio de butacas a interpretar la cumbia El pescador, levantando, ahora sí, a todo el teatro a bailar. Imposible resistirse a tal invitación. Es curioso y sorprendente como aun pueden hacer un giro de guion para sentar y concentrar a todo el aforo hacia un punto del teatro. Aparece Raúl Marqués en un palco lateral, con una luz iluminando su figura y con su solo de trompeta nos hipnotiza para volver a dejarnos en absoluto silencio. Cuando los acordes de Te sigo soñando se hacen reconocibles, el público se relaja a disfrutar de este bonito tema. La siembra, uno de los platos fuertes del nuevo disco, sirve a Jairo para expresar que uno planta semillas, pero nunca espera recibir esta cosecha tan maravillosa.

La noche se nos pasa volando y el grupo sigue jugando en el escenario y alternando temas antiguos con los nuevos: ConTu mediodía, Noche oscura o Panamericana nos vuelve a hacer cantar y la gran Ojalá el amor nos salve nos lanza un mensaje de esperanza.

Estamos en la recta final del concierto, pero aún queda tiempo para grandes momentos e interpretar tres nuevos temas: La fábula de la diferencia en la que el artista apela a lo bonito y ventaja de relacionarnos desde esas diferencias, La Gloria y Coreografía. Jairo nos recuerda la cantidad de trabajadores que hay detrás de un  espectáculo como este, para que todo sea posible y en ese íntimo momento, dejan el escenario. El público aún tiene ganas de más, mucho más.

Una noche con Depedro está llena de mensajes bonitos, dulzura, buena música y mucho amor. El bis es inevitable y precioso. Una Llorona cantada por Jairo casi a capela, acompañada solo de su guitarra y una canción muy pequeñita (como dice él) del nuevo disco: Niebla. El cantante agradece a tantas personas que le siguen aquí en Málaga desde sus principios e insiste de nuevo en que es un momento único para él poder tocar en un lugar como el Cervantes. Emocionado y entregado, empiezan los primeros acordes de Diciembre y la voz de Héctor Rojo le acompaña. Se despiden, como no, haciéndonos cantar y levantarnos de la silla con esta canción de ánimo y de esperanza como es Mañanita. No podía ser de otra manera.

Al terminar una noche como esta, llena de arte, música y buenas vibraciones, uno se pregunta si hace falta algo más para disfrutar. Está claro que Depedro son generadores de felicidad y que por momentos no, no hace falta mucho más.


Un lugar perfecto

Depedro

Jairo Zavala voz y guitarras
Martín Bruhn batería
Héctor Rojo bajo y voces
Raúl Marques multiinstrumentista y voces
Kike Fuentes guitarra y voces


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