Texto: Daniel Lozano | Fotos: Javier Braojos
El público no lograba completar ni la mitad del aforo, era noche de San Juan y algo mágico estaba por ocurrir. El proyecto de Beri Sajarof y Rea Majiaj es de los más emocionantes que he podido presenciar en estos últimos años. Hay músicas que impresionan, y mucho, también las hay que emocionan, y éstos consiguieron hacerlo.
Tras un comienzo decidido, obsesivo y de carácter minimalista se presentó Beri Sajarof (composición, voz y guitarra), uno de los más grandes músicos de rock de Israel, y Rea Majiaj (dirección musical, producción y arreglos), su compañero de tablas durante muchos años, acompañados por una extensa banda formada por un elenco de músicos sobrados de sensibilidad.
El proyecto de acercar los versos de Ibn Gabirol surgió con motivo de la visita de los Príncipes de Asturias a Tierra Santa el pasado mes de abril y se enmarca en la celebración del 25 aniversario de relaciones diplomáticas entre el Reino de España y el Estado de Israel, teniendo como fruto las tres actuaciones que han llevado a cabo en Madrid, Córdoba y en Málaga, al mismo tiempo de la edición, por parte de la Casa sefarad de Israel, de un libro-CD con los temas interpretados en las mismas.
La rítmica del concierto fue compleja, propia de la alternancia de ritmos binarios y ternarios, provocando al oído del oyente la sensación de un ritmo que cojea (aksak), algo característico de la influencia africana en la música sefardí. La melodía era sencilla, melancólica, sincera. Todo sucedió con la grandeza que se gestan las pequeñas y grandes cosas, con naturalidad, sin pretensiones, desde unos arreglos musicales que a pesar de que a veces se aproximaban a la monotonía, no caían en ésta, gracias a la capacidad de Rea Majiaj para partir de la meditación y llegar a arrancar palmas a un público entregado al espíritu de la banda.
Mientras, Beri Sajarof, cuya voz nos lleva a Leonard Cohen y su aspecto a Bob Dylan, nos ofreció su veteranía, su hermosa profundidad a la hora de cantar y un aire nihilista en todo momento, que en ocasiones, junto a algunos giros armónicos de la música que él mismo compuso, recordaban al grupo mítico californiano The Doors.
Cabe destacar la convivencia de lo tradicional con lo contemporáneo, sobre todo en el uso de los timbres, mezclando así instrumentos propios de la música sefardí con otros más propios de la música actual, como el sintetizador, el bajo eléctrico o la guitarra eléctrica, todo esto aderezado con continuos detalles de reverberaciones, ecos y delays. No hubo exceso de nada, y era difícil con tanto músico, hasta el punto que algún instrumento se tuvo que conformar con un segundo plano en beneficio de otros.
Yshai Afterman fue para Rea Majiaj lo que Shai Tzabari para Beri Sajarof, ambos supieron aunar lo tradicional con lo actual desde una ejecución exquisita, fina y prodigiosa, al mismo tiempo de ser una hermosa prolongación hacia lo tradicional, que fue sin duda alguna la clave de la propuesta musical, que en todo momento respetó la importancia del texto y el peso de la figura de Ibn Gabirol. Este ha sido un concierto que ha seducido desde la melancolía, el desamor y la intimidad de los poemas del ilustre poeta-filósofo malagueño.
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"Labios rojos"
Berry Sakharof, voz y guitarra
Rea Mochiach, batería y producción musical
Amir lavie, marimba
Oded Goldshmit, contrabajo
Yaniv Rabba, oud
Shai Tzabari, voz
Eyal Talmudi, instrumentos de viento
Adi Rennert, piano y trompeta
Galia Hai, viola
Yshai Afterman, percusión