24/10/2015. Sala Paris15
Texto y fotos: José M. Cortés
The Other Side, ofreció en Málaga un espectáculo apto para devotos. Y es que se ha establecido que Paris15 sea un referente en conciertos tributo que profundizan bastante en el repertorio de grandes grupos de la historia del Rock. En este caso, el objeto de culto ha sido Pink Floyd, tuvo una duración de casi 3 horas e hizo un repaso de grandes temas del grupo con una relativa fidelidad al original. Este mismo año pudimos disfrutar ya del concierto de Letz Zep, tributo a Led Zeppelin así como años anteriores de Pink tones o Brothers in band entre otros.
8 miembros, ni más ni menos para el concierto, con lo que ello conlleva en un escenario: que incluían dos guitarristas, saxofonista, teclista, coristas, baterista y bajista. Con desigual protagonismo, pero que en conjunto supieron cumplir un buen cometido
Con un repertorio bastante amplio, habría que reconocer algunos temas como más brillantes: destacando Echoes con unas interesantes armonías de guitarra y teclados, Money con una gran potencia y la puesta en escena y fuerza de Another brick in the wall. Por otra parte, otros temas como Wish you were here o Comfortably numb no desarrollaron todo su potencial.
En general, los temas están trabajados y sería injusto decir que The Other Side haga mal el tributo a Pink Floyd. Sin embargo, el inglés es un grupo referente en lo que a Rock psicodélico y progresivo se refiere y aquí es donde no se llega a conseguir la perfección en la interpretación de las atmósferas características de la época.
El sonido no fue tan compacto como debiera, encontrándose determinados retardos en la entrada de instrumentos y unas mezclas, en algunos momentos, mejorables. La sonoridad, en general, es más áspera y seca que el de la banda de Waters y Gilmour, y las voces algo roncas para mi gusto, a las que un poco de ecualización más aguda no vendrían mal.
No olvidemos que los directos de Pink Floyd tenían una suavidad característica. Puntos estos a pulir, aunque la senda por la que va el grupo parece tener un buen destino.
De las instrumentaciones, lo más gustoso de oír fueron los teclados, los saxos y la batería. Sin que esto quiera desmerecer a los demás, cada uno bastante bien en su cometido.
Aunque con algunas cosas mejorables, un concierto muy interesante para devotos y aficionados a Pink Floyd. Si no es así, ¿cuándo los vas a ver en directo en Málaga?
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