24/02/2024. Teatro Cervantes
Texto: Elisabet González | Fotos: Álvaro Cabrera / TC
El espectáculo dado por Coque Malla y su banda este fin de semana en el Teatro Cervantes ha sido exactamente lo ansiado por su público. El sábado por la noche se respiraba expectación, nervios y muchas ganas en el patio de butacas del teatro malagueño, lleno hasta la bandera. Se intuía ese estado de extraña tranquilidad previa al éxtasis, cuando sabes de sobra que la noche te depara muchas emociones. Y eso es justo lo que ocurrió. Coque y su banda pararon el tiempo y nos dieron dos horas de música, baile, intimidad y mucho rock and roll.
Acompañando al cantante estaban David Lads a los teclados, Amable Rodríguez a la guitarra, Héctor Rojo al bajo y Gabriel Marijuán a la batería. La banda sonó espectacular al lado del cantante madrileño. Tal como nos explicó Coque, era la primera vez que venían al gran Teatro Cervantes y lo dieron todo. Coque se mostró durante toda la noche muy cercano, contento y agradecido de esta tierra que le recibe siempre con los brazos abiertos. El público lo disfrutó mucho y fue bonito apreciar distintas generaciones cantando al unísono.
Nos ofrecieron un recital en toda regla, en dos pases diferenciados. El primero, donde la banda nos desgranó con todo lujo de detalles todos los temas del disco nuevo, Aunque estemos muertos. Coque con su elegancia y humor nos pidió 'permiso' para poder tocar el trabajo entero, pues según él, el clima captado por la banda para este nuevo trabajo es digno de compartir con todos nosotros. Y no fue para menos. En la segunda parte de la noche, por supuesto tocó todo aquello que su público irremediablemente esperaba. La noche fue redonda, mágica y con la calidad musical a la que ya nos tienen acostumbrados. Invitándonos a dejar a un lado los móviles y olvidarnos del mundo, nos zambullimos en el fantástico mundo de Coque Malla y su banda.
A eso de las ocho de la tarde, y con las luces encendidas, hacían aparición los músicos y empezaban con el tema Bailo con los muertos, para enlazar directamente y sin parar, a ritmo de rock con Místico. Coque nos dio la bienvenida a una noche inigualable y arrancaron los primeros aplausos de la noche. Siguieron con El saco de los sueños, un tema para hacernos pensar en no dejar escapar el tiempo. El público se animó y empezó a aplaudir a ritmo que marcaban los acordes de la guitarra. La noche ya estaba caldeada y Aunque estemos muertos, el tema que da título al álbum subió un poco más el nivel.
Fue totalmente cierto lo que el madrileño nos contó. La banda hizo magia con el nuevo trabajo que nos vinieron a presentar y la complicidad entre ellos se respiró en todo momento. Coque, sacando su gran parte de reivindicación, se tapó los ojos para cantarnos Bla, bla, bla, otro tema con crítica incluida a estos tiempos de tanto y tanto ruido. El ritmo siguió y fue el momento de presentar a los componentes de la banda, para continuar con la preciosa ¿Volverá?. El público de nuevo estalló en palmas acompañando el ritmo de este tema. Ya el teatro tenía ganas de dejar las sillas y moverse un poco. Baila en la oscuridad fue la siguiente, tema que empieza lento e íntimo para terminar con un giro final de guitarras y batería y enlazar con Como los gatos salvajes. Como dice la canción, volvimos a la calle y también a nuestro hogar. Porque a aquellas alturas de la noche, el teatro ya era nuestro hogar, un hogar musical. El tema se alargó, el público se anima y quiere más y más.
Acabamos el show del nuevo disco con El dragón y Como la mañana. Efectivamente tocaron el disco entero, por orden, como presentación, una primera parte del concierto, redonda, maravillosa, como si por si misma fuera un concierto completo. Pero solo fue la antesala de lo que aún estaba por venir.
Coque definió así sus temas intocables, los que nos iban a seguir haciendo disfrutar, los de las bodas, bautizos y comuniones. El cantante madrileño, además de un gran músico y letrista, es un animal de escenario. Sus movimientos, sus contoneos, sus miradas hacen de él el showman que es. Coque es su sello indiscutible. La señal fue el tema elegido para empezar con esta segunda parte del concierto y con el que el cantante pidió ayuda: 'arriba esas palmas por favor'. Y una vez más ahí estaba el público dándolo todo. Pero si hay un tema por excelencia que define a Coque Malla es No puedo vivir sin tí y sería casi imposible que dejara el escenario sin haber tocado esa canción. Como sabemos, se han hecho unas cuantas versiones de este tema y para esta ocasión, Coque escogió hacer una versión algo rápida. Solo en el escenario, con su guitarra acústica, nos cuenta por enésima vez la graciosa historia de Benito, su no-fan más incondicional. Entre risas y relajación, nos cuenta que realmente ahora es cuando se tocan las canciones más bonitas de la noche.
Berlín nos trasladó a otra era. Una guitarra acústica, un foco sobre el artista y esa voz cantando ese tema tan divino creó un ambiente realmente íntimo. Continuó con Hace tiempo, con la que nos regaló otro momento mágico y cantándonos el final a capella. Un regalazo y una exhibición de los dotes vocales e interpretativos de Coque. Se incorpora David Lads a los teclados para acompañarle en El último hombre en la tierra. Al final del tema se incorpora la banda al completo para hacer, como no, un par de temas de Los Ronaldos. Al son de 1, 2, 3 suenan los primeros acordes de Adiós papá, con la que el Cervantes ya no pudo quedarse más sentado. El público se puso en pie para bailar este tema y el siguiente, Por las noches. Con la energía por las nubes, Coque aún tenía un regalo especial antes de despedirse. Haciendo gala de sus dotes de bailarín y de director de escena, Un lazo rojo, un agujero hizo que todo el mundo bailara y se quedara con ganas de más música y más baile.
Para el bis, y cerrando la noche por todo lo alto, interpretaron Solo queda música, esta oda a la música que nos dejó con un regusto agridulce, ya que la noche llegaba a su fin. Aun dio tiempo para otro tema más de los Ronaldos, Guárdalo con amor. Y eso es lo que tuvimos, mucha música y mucho amor y más aún cuando el concierto se cerró con la increíble Me dejó marchar, dejándonos un momento cercano, personal y precioso. El broche de oro a esta gran noche.
No hubiéramos dejado marchar ni a Coque ni a la banda, que sonó impecable durante toda la noche, hubiéramos seguido disfrutando y volando con la música y las letras del amplio repertorio de Coque. Habría para otras dos horas más, pero allí se terminó. Coque se despidió dando las gracias por el gran viajazo y alabando a su banda: 'Ellos han obrado el milagro y vosotros lo habéis entendido y recibido'.
Y tanto si lo entendimos, de principio a fin.
Coque Malla - voz
David Lads - teclados
Amable Rodríguez - guitarra
Héctor Rojo - bajo
Gabriel Marijuán - batería