13/10/2017. 23 Festival de Cine Francés de Málaga
Entrevista: Festival | Fotos: web
“No podemos confundir el cine español con Almodóvar o el italiano con Sorrentino, hay que motivar más la curiosidad por la diversidad del cine europeo”Amigo personal de Jeanne Moreau, cúspide del cine galo, Claude-Éric Poiroux hizo las veces de padrino del 23 Festival de Cine Francés de Málaga en una de las ediciones más esperadas de los últimos años. Poiroux trae un enorme regalo bajo el brazo en forma de media hora de conversación inédita con la protagonista de Ascensor para el cadalso. Una joya que se proyectará dentro del certamen y rescatará a la actriz en confesiones profundas sobre su carrera y el cine.
Además de ello, pocos interlocutores tan válidos para hablar del estado del cine europeo (dirige la red Europa Cinemas con 2.300 salas) y fue el fundador del festival Premier Plan D'Angers, por el que pasaron fulgurantes estrellas en ciernes como León de Aranoa o el propio Paolo Sorrentino, presentando sus primeras películas. Es toda una autoridad en el continente.
FCF: Desde la atalaya que le brinda la red Europa Cinemas ¿Cuál diría que es el estado de salud del cine europeo actualmente?
CEP: Por un lado hay una producción enorme de 1.600 películas al año aproximadamente y, por otro, una dificultad de cómo circula ese cine propio por Europa.
FCF: ¿Qué fortalezas tiene esta industria continental y en qué puede mejorar además de en esa circulación?
CEP: Una de ellas es que hay grandes autores europeos tanto en el pasado como actualmente. Hay que nombrar a algunos de antes como Bergman, Truffaut o Buñuel como ejemplos y no dudar de que este tipo de nombres alimentan a cinéfilos de todo el mundo, no sólo de Europa. Igual que en el pasado, hoy los hay también. El problema puede ser que esos nombres tan grandes sean confundidos con el cine que hace ese país. Almodóvar con el español, Moretti o Sorrentino con el italiano o Kean Loach con en el Reino Unido. Creo que hay que motivar la curiosidad. Por conocer ese cine y no sólo las estrellas de ese cine. Tienen una gran dimensión pero puede parecer que todo el cine que hace ese país equivale a ese autor.
FCF: ¿Cómo se puede superar esto, qué posibilidades de crecimiento existen para el cine europeo?
CEP: La circulación, insisto, es mejorable. Y por otro, una sensibilización mayor, por ejemplo en Francia se conoce a tres directores españoles. A Isabel Coixet, por citar uno, se le conoce poco allí y es una gran cineasta. El gran obstáculo en nuestro continente es que somos muchos pequeños países, unos al lado de los otros y nos conocemos poco.
FCF: El cine americano de Hollywood no vive sus mejores tiempos pero tiene mejor distribución de sus productos aún así, ¿cómo puede vencer el cine europeo eso, facturando en los últimos años muy buenas películas?
CEP: Hay una certeza; el cine americano es el número uno incluso en Francia. Pero a día de hoy no lo es de la misma forma. En algunos sitios representa el 80% y en otros el 60%. Hay un lugar para otras cosas diferentes. No hay que ser fatalista y creer en esos otros productos que no vienen del cine americano.
FCF: ¿Pero es por cuestión de potencial económico meramente, de inversión en promoción por ejemplo?
CEP: Hay una explicación económica está claro pero yo estoy dirigiendo una red que comprende 2.300 salas de Europa Cinema y muchas van bien con cine europeo. Yo soy propietario de un cine con siete salas en Angers que proyecta películas de cincuenta nacionalidades al año. Hay que darle visibilidad a este cine y un ejemplo de ello aquí en Málaga es el cine Albéniz. Si esta apuesta se mantiene pueden llegar a ser rentables. Hay una economía fuera del mundo del cine americano aunque no lo parezca.
Hay una cualidad del cine europeo que es la diversidad. De checas a húngaras, francesas o portuguesas. Y más allá de este continente también las hay de otras nacionalidades tan diversas como chinas o mexicanas. Creo que la cualidad de la diversidad precisamente es un valor. A la gente le gusta viajar y aunque sea en la imaginación de la gente esto es muy potente. Se consigue con el cine. Estas películas tienen muchos colores y una fuerza mundial que llega incluso al cine independiente americano, no de Hollywood, que yo también proyecto en mis cines.
FCF: Usted también dirige el Festival Premier Plans D'Angers donde muchos nuevos creadores como Paolo Sorrentino y tantos otros tuvieron una primera oportunidad. ¿Hay que estar esperanzados en las nuevas generaciones de cineastas que usted está testando? ¿ve una camada de nuevos realizadores interesantes?
CEP: Cada año hay nuevos autores y hay una renovación. Los nuevos directores tanto trabajan en cortos como en largos. En Angers se apuesta por las óperas primas y cuando presentamos películas como 'La familia' de Fernando León de Aranoa nadie los conocía. Apostamos por eso, no sólo por películas recientes sino por gente nueva en esa primera película. De hecho, de 2.400 solicitudes seleccionamos cien cada año, en sus distintas categorías. Eso supone una riqueza, una renovación. Eso supone que hay países que permiten o fomentan con ayudas de distinto tipo que eso sea así. Hay un entorno económico, social y artesanal que gira alrededor de las escuelas de cine que es muy interesante. Permite también la digitalización que facilita las cosas.
Raúl Arévalo o Carla Simón son ejemplos de óperas prima que se han presentado en Angers. Estamos muy atentos a estos nuevos valores. Creemos que hay que mostrarlos, aunque no sean conocidos pero ya apuntan a talentosos. Nuestro certamen lo que debe es saber elegir muy bien. Está funcionando muy bien. Sorrentino también tuvo su primera vez allí. Y además esto al público le gusta. Está predispuesto a ese modelo en el que se ofrecen obras nuevas.
FCF: En España está ocurriendo que se están premiando a óperas prima en festivales como el de Málaga. Ha ocurrido así en años sucesivos. Podría pensarse que hay mucho nuevo creador y joven talento pero luego ocurre que esa presión por una segunda película en la que va a haber expectativas cuesta Dios y ayuda levantarla, casi que es una losa. Parece que en una perversión de la industria sólo quiere sangre fresca. ¿Está pasando esto también en el extranjero?
CEP: Sí, está ocurriendo en general. A veces cuando una película no ha sido proyectada en Francia, la ópera prima de un autor les permiten presentar la segunda obra en su festival. Es habitual tener mucha esperanza en un nuevo realizador y luego que llegue la decepción con el segundo trabajo. El cine no deja de ser un juego y no quiere decir que cuando uno tiene un buen primer paso o una buena película, sin ser novel, luego la siguiente le cuesta. Hay quien sí lo consigue como Truffaut. Que consiguió hacerlo haciendo circular varios proyectos.
FCF: Hay una conciencia de que el cine europeo ha sido muy subvencionado, como el español. ¿Es esto bueno, malo o inevitable?
CEP: Depende del país. A veces se reprocha en Francia que está muy bien subvencionado. Sobre todo en las primeras películas. Esas ayudas a las primeras películas no siempre dan productos de mucha calidad. Es una industria de prototipos, de futuro. Ha habido mucha película mediocre subvencionada pero nadie las pone en duda por lo mucho que genera el cine a su alrededor. Hay muchos oficios que viven alrededor de éste. Eso es trabajo.
Es cierto que ha habido muchos directores con muchas dificultades para su primera película y luego han sido magníficas. Yo creo que esas ayudas aún así no están cuestionadas por ese trabajo que generan a su alrededor.
FCF: ¿Qué le parece que el cine español esté gravado al 21% mientras otras artes no lo están y en otros países como Francia lo estén mucho menos?
CEP: Efectivamente estamos muy decepcionados con esta decisión política y no hay que dudar de que los gobiernos han ido contra el cine. Paradógicamente el valor del cine español ha resistido, aumentan las entradas y a pesar de este periodo en Francia lo ponemos como ejemplo. Los españoles han encontrado la manera de que el cine tenga una presencia y tenga que ver con la fuerza creativa.
FCF: ¿La red que usted dirige seguirá creciendo el año próximo?
CEP: Todos los años se reciben nuevas candidaturas para aumentar las salas. Tenemos unas ayudas del cine europeo cada 25 años porque forma parte de las políticas europeas apoyarlos y que efectivamente ve cada vez que hay empresarios que readaptan salas, caso del Albéniz. Creo que hay empresarios que les gusta el cine. El apoyo de la Unión Europea tampoco es tanta ayuda. Son 20.000 euros al año y por ejemplo eso a mí me da para una semana en mis salas.
Por un lado está el apoyo, explícitamente muestra que se cree en la cultura y el cine. Por otro lado creo que hay una regeneración entre los empresarios que les gusta el cine, que les gusta esta industria y que también seguirán apoyándola.
FCF: Viene a presentar al Festival de Cine Francés una entrevista inédita a la actriz Jeanne Moreau de media hora, además amiga suya personal y colaboradora en el pasado de su festival D'Angers, ¿qué podemos ver en ella que aporte algo más al mito Moreau?
CEP: Es una entrevista muy profunda, en la que no sólo habla de su faceta como gran estrella de cine y con un recorrido y éxitos. Tiene un pensamiento propio. Hace una verdadera reflexión sobre las cosas y trata con mucha fineza y delicadeza temas que nos incumben a todos y que vamos a ver.
La invité a que presidiera el Festival D'Angers en 2003 y desde aquel momento ya nunca faltó. Los talleres Jeanne Moreau fueron una experiencia maravillosa. Durante diez días en verano ella trabajaba con diez jóvenes directores que estaban presentando su ópera prima. Ella trabajaba con los guiones, con las distintas ideas que tenían, con los distintos elementos que componen una película. No iba de superestrella, ni se dedicaba a la nostalgia sino a pensar en el futuro. A aportar en la transmisión de lo que ella conocía para ayudar a los jóvenes. Estaba allí casi todos los días. Fue una experiencia muy especial en la fase final de su vida. Decía que no venía de madrina, de estrella, a pasearse, que venía a trabajar. Tenía un dinamismo formidable.
FCF: Está en Málaga con un Festival de Cine Francés donde se exhibe lo mejor del año en el país vecino desde hace 23 ediciones, con un certamen muy poderoso de cine en español y donde un paisano universal como Antonio Banderas va a rodar recientemente con Carlos Saura sobre Picasso y ha adquirido el uso de un teatro para convertirlo en una escuela de interpretación. ¿Qué le parece el clima generado en la ciudad y qué le parece que embajadores de esta industria que han llegado a Hollywood como Moreau o el propio Banderas luego quieran reinvertir su conocimiento y su dinero en ello?
CEP: Conozco perfectamente los festivales de aquí y el ambiente que se ha generado en la ciudad. Luego te pediré la dirección de Antonio Banderas porque este año queremos dedicarle a Pedro Almodóvar una retrospectiva en Angers donde nos gustaría que estuviera él.
Moreau siempre quiso ese contacto con la gente joven de nuestro festival. No hay que abandonar a la gente que empieza. Y hay que vender el cine como un placer. Me parece extraordinario que Banderas haya comprado o vaya programar en ese teatro porque eso no sólo se hace por dinero sino por pasión. Porque tiene ganas de transmitir. Seguro que él tiene dinero y no tendría ninguna necesidad de hacer esto y me parece estupendo que esto sea así.