Texto: María Eles | Fotos: web
Pocas películas en la historia del cine contienen tanta belleza visual y transmiten tanta emoción como Muerte en Venecia, film que tuve la oportunidad de volver a ver dentro del interesante programa de cine del Ateneo de Málaga.
Melancolía y decadencia son sensaciones que desde la escena inicial acompañan a esta película basada en una pequeña novela del mismo título escrita por Thomas Mann y adaptada por Luchino Visconti en 1971.
A pesar de algunas traiciones significativas del texto original, el director italiano presenta una obra sin prácticamente diálogos, profunda y personal, nos acerca la historia de un músico (Gustav Von Aschenbach), un anciano abatido, que viaja a la ciudad italiana y en donde sucumbe ante la serena belleza de un adolescente polaco llamado Tadzio, atracción física que le sirve a Visconti para reflexionar sobre la búsqueda de la belleza por parte del artista , si es posible conseguirla o si esta búsqueda conlleva a la propia destrucción y a la muerte.
El realizador, utiliza la mirada del protagonista para además, descubrirnos lentamente la preocupación por el paso del tiempo, por la pérdida inevitable de la juventud, en el marco de una Venecia gris, húmeda y brumosa muy alejada de la Venecia romántica a la que estamos acostumbrados y arropada fielmente por la sobrecogedora música de Gustav Mahler.
Aunque inicialmente Visconti pensó en Marcello Mastroianni para el protagonista principal, finalmente el papel recayó en el británico Dirk Bogarde, quien dotó al personaje de la serenidad y seriedad necesarias.
Mucho más difícil resultó la elección de amado Tadzio (incluso pensó en el joven Miguel Bosé hijo de su amigo Luis Miguel Dominguín, quien radicalmente se opuso ) hasta que encontró a un chico de 15 años llamado Björn Andressen.
Muerte en Venecia ganó en el festival de Cannes de 1971 un premio especial con motivo del 25 aniversario del certamen y desde entonces ocupa un lugar destacado en la historia del cine gracias a una buena interpretación, una perfecta música y una gran fotografía que hace que las escenas parezcan bellos cuadros impresionistas, como si el director nos invitara a pasear tranquilamente por las playas del Lido para reflexionar sobre la vida y la muerte.
…Y si después de recordar este gran clásico y ver la programación, deciden acudir algún día al cine fórum del Ateneo, me permito darles unos humildes consejos: cuando lleguen, no piensen que se han equivocado de sitio, abríguense, tomen asiento entre las primeras filas con tiempo, no lo abandonen mucho e intenten abstraerse de todo comentario previo para poder sorprenderse con la propia magia del cine después, entonces sí, ya están preparados, adelante, pasen y vean, disfrútenlo.
Lugar: Ateneo de Málaga, C/ Compañía número 2
Película: Muerte en Venecia
Director: Luchino Visconti. Guión: Luchino Visconti, Nicola Badalucco
Música: Gustav Mahle.
Fotografía: Pasqualino De Santis
Reparto: Dick Bogarde, Romolo Valli, Mark Burns, Nora Ricci, Marisa Berenson, Silvana Mangano, Björn Andressen, Carole André
Año: 1971. Nacionalidad: Italia-Francia