XVIII Festival de Cine Francés de Málaga. Cine Albéniz. 22/10/2012.
Texto: Françoise Chabassier | Fotos: web
EL Chad, hoy en día. Adam es monitor de natación en un hotel de lujo en N’Djamena. Es un antiguo campeón de natación. Tiene cincuenta y cinco años. Después de un cambio de dirección, lo bajan de categoría y ponen en su sitio a su hijo, Abdel, que hasta ahora le ayudaba en la piscina.
Adam está destrozado, la piscina es toda su vida. El país, hundido en el caos y los conflictos por culpa de una interminable guerra civil, busca siempre más soldados y dinero. Adam, acosado por el jefe de barrio, se ve obligado a contribuir a la causa. Pero no tiene dinero, solamente tiene a su hijo…
“Un homme qui crie” es una película escrita y dirigida por el chadiano Mahamat Saleh Haroun, que recibió el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cannes 2010. A través de un drama familiar, el director denuncia las atrocidades cometidas por el gobierno del Chad que ahoga con los impuestos a sus habitantes y alista a la fuerza a sus jóvenes en el ejército para combatir en la guerra civil.
La película plantea dos preguntas fundamentales. ¿Qué sacrificios tiene que hacer una persona para no perder su trabajo? ¿Cuál es el precio que uno tiene que pagar para preservar el frágil equilibrio de su vida? El tema principal es la pérdida de categoría social de un hombre ya maduro, el terrible caso de consciencia de un oprimido que se siente acabado, tal un héroe, un campeón (así lo llaman en su barrio), rechazado, humillado que no puede levantar cabeza porque no tiene opciones y lo sabe.
Se llama Adam, no por casualidad. Es hombre y pecador. Mahamat Saleh Haroun está obsesionado por la paternidad. Para él, los padres son irresponsables y omnipotentes. Juegan con la vida de sus hijos sin asumir las consecuencias como lo hacen los dirigentes africanos con sus pueblos.
El director construye su tragedia con pequeños toques, sensibles y conmovedores (la escena de la comida con la madre que no puede entender lo que separa a padre e hijo). La película cobra su fuerza en el vaivén entre situaciones cotidianas y referencias mitológicas. Los actores son poderosos. Youssouf Djaoro, en su papel de padre, tiene una fuerza tranquila. Su dolor nos hiela y aun más los versos de Aimé Césaire que cierran la película y explican el título “Guardaos de no cruzar los brazos con la actitud estéril del espectador, porque la vida no es un espectáculo (…), porque un hombre que grita no es un oso que baila…”. El título es un extracto de « Cahier d’un retour au pays natal » (Cuaderno de un retorno al país natal) (1939) de Aimé Césaire.
Me gustaría llamar la atención sobre la actriz y cantante Djénéba Koné que desempeña el papel de la novia de Abdel el hijo de Adam y rendirle un homenaje. Tiene una voz preciosa y en la película canta una canción muy conmovedora a su novio que no puede escucharla. Djénéba Koné nació en Mali y tenía una carrera muy prometedora pero se mató en un accidente de coche en Bamako en 2011 a la edad de 29 años. Una gran pérdida porque os lo aseguro era genial.
La película nos ofrece la imagen de la desesperanza de un continente reflejada en el drama de una familia africana. Fue rodada en seis semanas con una sencillez límpida, oscila entre el primitivismo y la luz. Podemos destacar también la importancia del agua. Agua de la piscina que representa la vida, la del padre, agua del río, la muerte, que será la sepultura del hijo. Os la aconsejo es una pequeña joya. Es dura, durísima pero maravillosa.
TÍTULO ORIGINAL: Un homme qui crie
AÑO : 2010
DURACIÓN: 92 min.– 35mm –
Color –
IDIOMA: Árabe, francés
PAÍS: Chad
DIRECTOR: Mahamat-Saleh Haroun
GUIÓN: Mahamat-Saleh Haroun
MÚSICA: Wasis Diop
FOTOGRAFÍA: Laurent Brunet
REPARTO: Emile Abossolo M'bo, Youssouf Djaoro, Dioucounda Koma, Djénéba Koné, Hadje Fatime N'Goua
PRODUCTORA : Coproducción Francia-Bélgica-Chad
PREMIOS: 2010 Cannes - Premio del Jurado. Chicago 2010. Dubái 2010. Milano 2011.
GÉNERO: Drama