15/10/2019 al 19 de enero de 2020. Centro de Arte Contemporáneo de Málaga, CAC.
Texto: Javier Titos García | Fotos: CAC Málaga
El Centro de Arte Contemporáneo (CAC Málaga) reabrió sus puertas el pasado 15 de octubre con la inauguración de la exposición Eleuthera, del artista irlandés Sean Scully, que podrá visitarse hasta el 19 de enero de 2020.
El pasado martes 15 de octubre el CAC de Málaga volvió a convertirse en el epicentro de la comunidad artística malagueña con la inauguración de la exposición del doblemente nominado al Premio Turner Sean Scully. La sala vistió sus mejores galas y abrió sus puertas con la mínima y educada demora de las grandes ocasiones. Desde la explanada que bordea el río se apreciaba el ambiente que reinaba en el hall de entrada, repleto de todos aquellos que, de una u otra manera, nos hemos sentido un poco huérfanos desde que el museo cerrara sus puertas.
Las inauguraciones no suelen ser lo mío, las salas rebosan un murmullo bárbaro de reunión social que hace que me sea difícil disfrutar de la exposición en cuestión. Entre cuadro y cuadro uno se encuentra con conocidos, colegas; la contemplación del conjunto de la obra pasa a un segundo plano y las primeras impresiones deben esperar a una segunda ronda de reconocimiento en la que acabas teniéndote que camuflar entre el gentío para prestar la debida atención. La fauna artística malagueña llevaba mucho tiempo esperando el inicio de la nueva singladura del CAC y todo eran reencuentros, abrazos, fotos en grupo y conversaciones en corrillos que hacían de mentideros del gremio. Pululaba bajo los techos elevados una marea de artistas, periodistas, gestores culturales, estudiantes de Bellas Artes y curiosos entre los que se movía la comitiva liderada por el artista irlandés, que fue guiando por la exposición al Alcalde de la ciudad, D. Francisco de la Torre.
La exposición, comisariada por Elisabeth Dutz y Helena Juncosa, compuesta por 44 obras comprendidas entre 2015 y 2018, entre pinturas, fotografías y dibujos, la mayoría de ellas de gran formato, constituye el regreso del artista a la figuración. Obras que, según el autor, invitan a reflexionar al espectador sobre la libertad en la creación de imágenes cotidianas tomando como inspiración la paternidad, centrándose en la interpretación del retrato, eligiendo como protagonista a su hijo Oisín. La serie podría representar a simple vista una ruptura radical del irlandés con el enfoque artístico que ha seguido fielmente desde 1970, pero simultáneamente ha continuado con la creación de obras abstractas ajenas a esta colección, en las que los elementos geométricos, que también aparecen en las obras que expone el CAC, en forma de rayas, círculos y cuadrados, presiden sus creaciones al margen de lo que hemos podido ver en Eleuthera. Las fotografías y dibujos realizados con rotulador se antojan bocetos de los cuadros de grandes dimensiones que llevan el peso de la muestra. Trazos bastos, de colores vibrantes, mentales, interpretaciones subjetivas de la realidad plasmadas sobre aluminio, dejando en ocasiones al descubierto la superficie del soporte; reminiscencias de Henri Matisse en obras donde el círculo adquiere un significado psicológico de protección y se quiere dar protagonismo a la horizontalidad y la verticalidad como conceptos expresivos, así como a la perspectiva personalísima y subjetiva puesta al servicio de una visión propia de la intimidad, trabajada a partir de los trazos expresionistas de sus cuadros.
Éxito de público en la noche que volvió a devolver a Málaga uno de sus templos artísticos, punto de reunión de todos aquellos que disfrutamos del arte contemporáneo, y que acoge una más que interesante colección permanente que un servidor no puede dejar de visitar cada vez que se pierde por sus salas.