Centro de Bienes Culturales y Patrimonio Mundial. Hasta el 31 de Marzo
Texto e imágenes: José Antonio Martín Santos
En el Palmeral de las Sorpresas, en uno de sus pequeños y elegantes edificios de cristal y hormigón, está instalada una pequeña selección de obras de ese hermoso Museo (Fantasma) de Málaga. Selección de obras en torno a Eros, al mito de Eros, en torno a las visiones de amor.
He dicho hermoso museo fantasma porque atesora hermosas obras como todas las que en esta ocasión nos presentan. Fantasma porque, como todos los cuerpos incorpóreos cuando crees que están ahí, crees que lo vas a tocar, se disuelven en el aire. Este museo que año tras año retrasa su apertura, enfrascado en obras dilatadas porque se basan en un presupuesto que, por supuesto, es otro fantasma. Algún día, la Aduana, un imponente y hermoso edificio quizás se abra. Habrán caído gobiernos (Aznar, Zapatero, a este paso Rajoy). Quién sabe, quizás tengamos hasta República, quizás hasta nuestros partidos políticos se hayan depurado ellos solos.
Piedra sobre piedra, seguro que magníficamente restaurado (es imposible que estén haciendo una chapuza cuando tardan tanto), algún día veremos nuestro Museo de Málaga erguirse orgulloso con todas sus obras mirando al Puerto de Málaga. De momento no, por cosas del presupuesto. Porque, ya se sabe, con las cosas del presupuesto conviene andar despacio, no gastar, no despilfarrar; que para gastar y despilfarrar riqueza están otros.
Cientos de obras, que vendidas en pública subasta supondrían millones de euros, se acumulan en anaqueles y galerías. Expuestas supondrían puestos de trabajo, reclamos turísticos, gozo y disfrute ciudadano. En fin bienestar y riqueza para muchos. Encerradas y ocultas dan fe de que seguimos caminando por la senda equivocada.
Mientras no tengamos un Museo de Málaga real, abierto al uso de todos. Mientras no decidan nuestros gobernantes, ¿del Ministerio?, ¿de la Junta? terminar las obras de nunca acabar. Mientras nuestro Ayuntamiento no reclame a sus compañeros de partido, sentados en el Ministerio, que acaben ya con las obras de adaptación ya. Mientras no se acabe el proyecto museístico, mientras no se contrate el personal, etc. En fin, en fin. Mientras tanto la Consejería de Cultura, en el elegante edificio del Palmeral de las Sorpresas nos sorprende a todos con 21 obras que, en esta ocasión, danzan al son de Eros.
Eros, hijo de Afrodita y Hermes, indómito e irreverente, sin respeto por la edad, a todos provoca el incendio de los corazones. Gracias a él amamos o fuimos amados. Gracias a él nuestros corazones se inflaman, aunque, por su capricho, no a todos de la misma manera.
Eros, como dios que es adopta la forma que quiere, y aquí se nos muestra con obras clásicas de la escuela veneciana, modernas, de la antigüedad clásica, impresionistas. Óleos, esculturas en mármol o piedra caliza, bronces. Artistas como Pedro Sáenz, Muñoz Degrain, Francisco Labrada, Simonet, Moreno Villa, Federico Beltrán Mases. Personajes como Anita Delgado, Diana Cazadora, Venus, Hebe, Acteón, pescadores humildes como todos los pescadores. Obras sencillas, apasionadas, truculentas, atrevidas, serenas.
Mientras el que esto escribe las contemplaba, en una cuidada estancia, para su propio gozo y para poder contarles esto, el público, ignorante del contenido de edificio, camina feliz por los alrededores. Quizás otra metáfora clásica, los paseantes, almas virtuosas, pasean por los Jardines Elíseos, región feliz, de día perpetuo, sin frío, donde nunca cesa la música y el juego y muy próxima a la laguna del Recuerdo, pero sin comunicarse con ella. Pues esa laguna pertenece a Hades, el dios más avaro.
Hasta el 31 de Marzo
Centro de Bienes Culturales y Patrimonio Mundial
Palmeral de las Sorpresas
Puerto de Málaga, muelle 2
Horario: Martes a Domingo de 10:00 a 20:00 h. Lunes cerrado.
Organiza: Consejería de Cultura y Deportes.