Texto y fotos: José Antonio Martín Santos
La exposición antológica de Eugenio Chicano cierra los homenajes que desde distintas instituciones y ámbitos han celebrado en este 2011 y con motivo de los 75 años del pintor y artista pop. Uno de los grandes creadores que nuestra ciudad tiene.
Más de sesenta obras producidas a lo largo de todos sus años, con representación de todas las etapas de su producción, tanto de sus obras más recientes como las de sus inicios. Las ausencias notables que vemos, temáticas y técnicas, se producen porque otras exposiciones más sectorizadas las han recogido en fechas muy recientes (hace poco en la sociedad económica hemos visto grabados, anteriormente en la sala del rectorado se expusieron magnificas reproducciones de sus murales religiosos, antes vimos sus carteles, etc.).
Tenemos pues ante nuestros ojos una exposición completísima y a todas luces magnífica muestra de su obra pictórica desde sus inicios juveniles, su madurez europea y su plenitud malagueña de sus últimos años. A Chicano la edad, como a los buenos vinos, le sienta muy bien. Paisajes urbanos de la Málaga de sus años jóvenes, de la vega de Vélez, sus recientes torres almenaras, sus jóvenes cuadros de crítica política y social, sus sensuales visiones de los jardines de Málaga, sus homenajes a la vanguardia republicana del pensamiento y la creación descabezada, sus personajes de la copla, sus bodegones, sus atletas,…Lo dicho, mucho y bueno.
Qué no vemos. Algo mencionamos líneas arriba. Su arco de feria. Magnífico. Sus carteles cofrades, de verdiales, de verbenas, con frecuencia mucho continente para poco contenido. Sus murales religiosos. Sus grabados homenajeando directamente a Picasso.
Chicano es de Málaga y malagueño. Y se le nota. Pero también es, y se le nota aún más, un pintor como la copa de un pino.