La menor distancia. Javier Garcerá 16 de Noviembre del 2012 al 5 de enero de 2013
Texto: José Antonio Martín Santos. Imágenes: Cortesía Galería Isabel Hurley
Sustituir imágenes por textos, o viceversa, es, en el mejor de los casos, una pretensiosidad. Cualquier texto escrito que comente unas imágenes oscila entre la audio guía para invidentes y la consulta al oráculo. Máxime si la obra comentada no es ilusionista, no pretende generar en nosotros la ilusión de una realidad física u onírica.
Javier Garcerá (Puerto de Sagunto, 1967) es un pintor que a lo largo de sus más de veinte años de trabajo se ha esforzado en ir disolviendo la realidad que presenta en sus lienzos y superficies. Deshacer la apariencia de lo visto (de la llamada realidad) para, a través de su nueva visión de lo real, ver lo que no puede ser visto, lo que está entre los pliegues, lo cercano oculto.
Porque las obras que nos presenta Javier Garcerá aspiran a ser fondos imprescindibles ante los que nos desenvolvamos. Aspiran a ser sentidos, vistos, tocados pero no hablados, no narrados. Pueden ser vistos de frente o de sesgo. Aspiran a tener pliegues, matices, huecos, sombras, en fin, lugares donde anidar.
Hemos aprendido a despiezar la realidad para, recomponiéndola, crear nuevas realidades, meras apariencias de realidades a veces, en ocasiones, presencias inéditas. Si los surrealistas buscan lo oculto en sus sueños, en las profundidades de su ser, lo no nombrado, y todo ello a través de una escritura automática sin coerción, de un frotagge de la superficie, del lápiz sobre el papel, para así mostrarnos otra realidad, la realidad de nuestros sueños. Y los expresionistas abstractos, dejaban correr los pinceles, la pintura sobre los lienzos atendiendo solo al color o a la forma imprecisa para facilitar el sentir de la pintura, la emoción pura, la no realidad. ¿Y Garcerá?. Ni debajo ni encima de la realidad, entre la realidad. En los pliegues. Elijamos una fotografía, ampliémosla hasta perder de vista el objeto. Parémonos ahí. Pues ahí vive la pintura de Javier Garcerá. De momento.