Museo del Patrimonio Municipal. 04/10/2012 al 18/11/2012.
Texto y fotos: José Antonio Martín Santos
En palabras del comisario de la muestra, Mario Virgilio Montañéz, Mingorance Acién es uno de los principales nombres de la pintura figurativa de su tiempo. Nace en calle Churruca, barrio de la Trinidad en 1920. Un barrio y una época sencillos, sin rasgos de grandeza aparente.
Pero si eres de la Trinidad te sientes de Málaga sin duda alguna, vivas donde vivas. Por eso si la ciudad te beca en tu etapa de aprendizaje juvenil para ampliar tus estudios en Madrid y en los años postreros le nombra Hijo Adoptivo, el artista que es agradecido con su tierra dona un conjunto de 369 pinturas y lienzos, 209 dibujos enmarcados, 24 grabados, 8676 dibujos en diferentes carpetas y 8 obras de otros artistas. Además hace donación de fotografías, escritos, e incluye en su donación obras a la Asociación contra el Cáncer y a la Agrupación de Cofradías.
Este comportamiento se remarca habitualmente como expresión de la generosidad del artista. Sin menoscabar un ápice esta afirmación, que ya se ha mencionado arriba, también demuestra que invertir en artistas es siempre un buen negocio, no solo por lo bonito y elegante que queda en los periódicos y otros media, sino porque a la postre, si se cuida y mantiene, acaba reportando riqueza a la ciudad. Recordemos lo producido con, por ejemplo, el compañero de estudios y profesión y amigo de Mingorance Acién, Revello de Toro que le reporta a la ciudad obra sobrada para crear un Museo que es un “producto” atractivo que crean puestos de trabajo, buen nombre de la ciudad y en fin, atractivo turístico ahora que está tan en boga.
La exposición que presenta el MUPAM sobre los fondos de la donación presenta obras de los distintos períodos de su vida: los años de de juventud, sus viajes, por Italia, Egipto, sus años maduros. Así mismo sus visiones religiosas, sus paisajes, sus desnudos, sus bocetos, dibujos.
El Mingorance que nos hace vibrar es el de los paisajes “La mañana en Salerno”, “Blanco de cal y nieve”, “Playa del Rincón”, “Domingo en puente Milvio”. Paisajes esquemáticos, escuetos, austeros, pero de colores intensos, vibrantes. Colores. Y dibujo. Los dos grandes elementos de su pintura. Pintura que es casi metafísica (que me perdonen los filósofos). Color y dibujo.
En todas sus obras la figura humana como contrapunto, figuras tan esquemáticas que son figurantes en el paisaje. Las figuras son casi siempre como esas viejas esculturas de rasgos desgastados que solo conservan los esencial y que por eso nos resultan tan atractivos. Son hermosos contrapuntos de color.
Mirar es elegir. El espectador que asiste y mira elige y así participa. Este que les cuenta esto podría elegir muchas obras, pero ahora señalaremos aquí algunas entre ellas “Noche transfigurada” de 1978, expresión de su barroquismo y cercanía del mundo de religioso. Anterior en dos años “El y ella”( 1976) y posterior en uno “El geómetra” (1979) son mis obras preferidas de toda la exposición y opuestas a la "Noche transfigurada" en todo: color, composición, tema.
Salas de la Coracha del Museo del Patrimonio Municipal.
Desde el cuatro de Octubre hasta el dieciocho de Noviembre.
Nuestro agradecimiento al Área de Cultura del Ayuntamiento de Málaga por las facilidades dadas para realizar este texto.
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