El reciente acto vandálico sobre los grafitis de BOA MISTURA en el colegio García Lorca y en Calle San Lorenzo ha provocado, además de algún comentario en las redes sociales, otros hechos de más interés en particular la reparación parcial del daño así como la aparición de otros grafitis de valor.
Texto y fotos: José Antonio Martín Santos
La aparición de daños intencionados en los grafitis de BOA MISTURA quizás merezcan una reflexión algo más amplia que la simple condena. Que un/a grafitero con el cerebro en algún lugar indefinido entre el ombligo y la entrepierna ensucie un grafiti elaborado por otro/s es estúpido y frecuente. Esa conducta de dejar “firmas” tiene en muchos algo de territorial. Parecen querer decirnos que el autor es el macho alfa de ese territorio y allí nadie más que él pinta algo. ¡Bueno pues que le vamos a hacer! Hay libertad de pensamiento. Las estupideces son habitantes del planeta de las ideas, al igual que las genialidades con las que en ocasiones muchos las confunden.
Aunque hay que tener una estrategia de preservación de lo creado (y por consiguiente del dinero que invertimos en esa creación).
Las intervenciones de MAUS pilotadas por el CAC se iniciaron con un taller del colectivo BOA MISTURA en el que participaron un buen número de grafiteros de Málaga. El taller, que ha sido abordado aquí, se desarrolló integrando el trabajo de todos los asistentes y en la lógica creativa de BOA MISTURA, integrando dos lenguajes, el icónico con los dibujos e imágenes de todos los miembros del taller, con el texto de un mensaje. Esa semilla de integración ha sido fecunda y ha dado lugar a la reparación parcial del daño del mural del taller y del mural que el propio colectivo dejó en calle San Lorenzo. Los reparadores, esto lo intuyo, han sido algunos miembros del taller, ajenos por supuesto a los destrozos. Y para expresar de manera creativa su frustración ha dejado al lado, en la esquina contraria al del destrozo, su huella en forma de ilustración con mensaje: en el corazón del grafiti hay un autor bueno, blanco, que se salva y uno negro, que se condena. ¡Bien!. Siempre hay buenos y malos. Y mejor que unos y otros nos expresemos de maneras que contribuyamos a crear y no a dañar.
Pues ya que estamos, porque no presentar aquí una muestra de la plástica grafitera urbana que antes de la intervención de MAUS, durante esta intervención y después de la agresión a Boamistura se han producido. Es fácil de imaginar que los autores de la restauración son los del los grafitis nuevos. Eso si no pondremos aquí las obras desarrolladas por MAUS.