Isabel Garnelo presentó en Bezmiliana en el pasado mes de Agosto su obra reciente. El tema: los paraísos fiscales, los lugares donde se esconde el dinero. El instrumento: papeles, tintas, lápices, su perspicacia, su conocimiento.
Texto e imágenes: José Antonio Martín Santos
Frente al cinismo de los gobernantes (todo es mentira salvo alguna cosa) se debe imponer un civismo activo. Ese civismo se practica desde puntos de vistas diversos. El de Isabel Garnelo estuvo en la Casa Fuerte de Bezmiliana hasta el pasado día 6 de Septiembre. Sus dibujos, su reflexión sobre nuestro presente, su mirada sobre uno de los problemas actuales: el dinero, los lugares donde se guardan, los mecanismos para su invisibilidad: Sobre el miedo del dinero, el miedo de los que poseen el dinero.
En un castillo que construyeron nuestros antepasados en el siglo XVIII (Bezmiliana) para defenderse de antiguos piratas extranjeros, los piratas modernos cantan a su son común: “siempre conscientes de dios, aspiramos a construir y avanzar como un solo pueblo”. Es una de las estrofas que construye Isabel Garnelo con textos extraídos de los emblemas de los paraísos fiscales. Las cuevas de Alí Babá modernas.
El dinero, oxígeno de nuestro sistema de relaciones sociales, va a los escondites, los paraísos fiscales, que los gobiernos facilitan para los auténticos detentadores del poder. En ellos, en los billetes, nuestros gobernantes dirigen grupos de verdiales, el mono de Gibraltar se aburre sobre el cañón, el urogallo de Liechtenstein canta mientras el esqueleto aburrido espera.
¿Quién ha dicho que esta crisis se basa en el hecho de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades? ¿Qué la nuestra era una riqueza falsa, ficticia?¿ Que tenemos que pagar las facturas que no pagamos en los años de esplendor? El dinero no es un chiste, ni un quejido. Es una realidad física, producida de acuerdo a unas leyes rigurosas, objeto de un control preciso, reflejo de una porción material de nuestra riqueza. Por eso es un bien numerado. Todos los billetes tienen una numeración que es el reflejo de su realidad concreta. Si los billetes han desaparecido es que alguien se los ha llevado: ¿Porqué?, ¿como? y ¿donde?. Es lo que vimos a través de Isabel Garnelo.
La exposición en la sala más profunda y amplia acogió las piezas más grandes y dramáticas, las más hermosas y oscuras. La que mejor reflejan el auténtico cerebro que gobierna. Negro muerte, negro dolor. En el revés de la entrada: el dinero. Frente a él: el mapa conceptual, la canción del pirata, el cuaderno de bitácora, las instrucciones.
Una obra coherente, pertinente y original. Isabel Garnelo se supera.
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