29/04/2017. Teatro Cervantes
Texto: Alberto Medina | Fotos: Cía de Baile Yolanda Gaviño
El Ballet Español de Yolanda Gabiño utiliza la música de Bizet para llevar al Teatro Cervantes una Carmen con mucho duendeSeductora, oscura, íntima, rebelde y atractiva, como una Venus que guarda todas las promesas, esa es la Carmen de Yolanda Gaviño. Pocos son los calificativos para describir el espectáculo Carmen del Ballet Español de Yolanda Gaviño y que ya va por su tercera versión. Gaviño trae al Teatro Cervantes un espectáculo de algo más de una hora donde fusiona la danza clásica española, con el flamenco y lo contemporáneo. La malagueña está considerada como una de las mejores bailarinas y coreógrafas de nuestro país. No es casualidad la creación del espectáculo Carmen, ya que ha participado en diversos montajes sobre el mismo personaje con artistas de la talla de Carlos Saura o Antonio Gades. Si Bizet nunca pisó España para poner música a los amoríos de la cigarrera de Sevilla ¿qué podría hacer una andaluza que pisó el Teatro Cervantes con únicamente dos años?
En un escenario con una decoración muy básica, compuesto por algo de mobiliario y un cuadro expresionista de Carmen, se desarrolla la acción tal como acontece en la obra de Merimée. El espectáculo introduce lo más importantes de la ópera Carmen: L´amour est un oiseau rebelle, Votre toast je peux vous le rendre, La fleur que tu m´avais jetée, el preludio del acto III, junto a algunos fragmentos más. Los personajes serán los mismos a los de la ópera: dos fijos que son Carmen y Don José, y otros tres que irán variando como Micaela o Escamillo.
Sería muy fácil acudir al costumbrismo con la música de Bizet, pero los bailarines acompañan sus taconeos con movimientos estilizados y ciertamente vanguardistas. ¿Y si se introduce el quejío y el duende del flamenco? El espectáculo, por fortuna, no llega a convertirse en una copia instrumental de la ópera, sino que se rompe con una zambra gitana que bailan todos los integrantes.Más de una vez, Yolanda Gaviño se mueve como salida de un cuadro de Julio Romero de Torres. La estética, las luces, y los claro oscuros están ciertamente inspirados en los clásicos tardo-romanticos y la escuela expresionista alemana, tributos a la muerte y el deseo. Dificil expresar momentos de un lirismo inalcanzable como el baile de Carmen y La Muerte. Una pena que no dure más la obra y conocer las labores interpretativas de Yolanda Gaviño.
Con los gritos de triunfo en la plaza de toros como telón de fondo, el Destino quiere que la obra termine con una merecida ovación.