19/10/2018. Teatro Cervantes. Ciclo de Danza 2018.
Texto: Amelia Iñiguez | Fotos: Daniel Pérez / TC y Promocionales Cía
Yo venía al Teatro Cervantes con la mente muy abierta, ya que lo último que pude ver de esta compañía no cumplió del todo mis expectativas (El Amor Brujo), pero tenía esperanzas ya que una servidora no suele ver bailar a la gran Lucía Lacarra todos los días.
Sin embargo, lo que Ullate trata de vendernos como, según pone en el programa, “una nueva versión de Carmen planteando la escenografía y el vestuario modernos y atemporales”, creo que es algo que no se cumple. Lo primero que llama la atención es el vestuario, de una licra imitando el cuero, casi con estética “sado” que puede o no gustar pero, en general la obra te trasladaba a los años 80, por surrealista en algunos momentos y hortera en otros.
En uno de los momentos del ballet la fantástica bailarina Lucía Lacarra (Premio Nijinsky en 2002, Premio Benois de la Danse en 2003 y Premio Nacional de Danza en 2005, por nombrar algo de su afamada carrera) aparecía en escena con un par de drags queens que cantaron “se me enamora el alma de la Pantoja”… Me pareció una falta de respeto del coreógrafo hacia los bailarines y el público. Se me hizo difícil el poder aguantar sentada en la butaca sin salir a preguntar en taquilla si me había equivocado de espectáculo. No podía creer que teniendo en escena a unos profesionales de tan alta calidad técnica, que se matan a trabajar en cada ensayo, cada día, estuvieran haciendo aquello.
Estamos hablando de una obra bellísima. Por mucha interpretación que le des, una versión tiene que tener algo que te recuerde a la pieza versionada en cuestión, más allá de recurrir de vez en cuando a meter algún fragmento musical de Bizet. Hablamos de danza.
En algunos momentos vi halos de luz. El adagio que bailaron Dorian Acosta y Lucía Lacarra y el solo que hacía Josué Ullate cerca del final fueron para mí lo mejor de toda la actuación.
Para mi pesar no acabo aquí la cosa y, no estoy muy segura (porque ya me había quedado medio bloqueada por lo anterior descrito), creo que en un intento de homenaje al musical Chicago hicieron un “corta-pega” musical entre la música de la Carmen de Bizet y Cell Block Tango imitando dicho musical, eso sí, con puntas… un desatino total según mi opinión.
También encontré momentos del espectáculo muy vulgares e innecesarios como cortes de manga en una escena de donde peleaban, movimientos claramente sexuales que, sin ser yo ninguna mojigata, estropearon un bellísimo paso a dos entre Lucía Lacarra y Josué Ullate… Insisto: ¿es necesario? ¡Si se entendía fenomenal!
Al menos el espectáculo termina con una paso a dos muy bonito entre Cosima Muñoz – limpísima técnicamente- y Josué Ullate –lo mejor de la noche por su calidad técnica que le permitió lucir la coreografía, en su caso, la mayoría de las veces.
Salvo contados momentos, lo pasé mal, sufrí por los espectadores que habían pagado para ver danza de alto nivel (al menos es lo que esperas de esta compañía) y no trozos de baile facilones, regados con una vulgar interpretación y música repetitiva. Sufrí por los bailarines que muy profesionalmente defendían este espectáculo. Y, por si este sufrimiento no fuera bastante, me puse muy triste cuando el público se puso en pie para aplaudir. Entiendo que esos aplausos eran para ella, Lacarra y su espléndida carrera, pero seguro que se los adjudicarán a la obra.
Espero que cuando asuma la dirección de la compañía en la temporada 2018/2019 esta maravillosa profesional, Lucía Lacarra, cambie el rumbo y lleve a buen puerto a todos sus integrantes ya que se merecen con creces poder lucir su trabajo diario en los escenarios.
Víctor Ullate Ballet
Coreografía: Víctor Ullate
Adjunto Dirección Artística: Eduardo Lao
Trama argumental: Víctor Ullate y Eduardo Lao
Música: Georges Bizet, Pedro Navarrete (orquestación y arreglos Pedro Navarrete)
Diseño de Iluminación y Escenografía: Paco Azorín
Vestuario: Anna Güell
Creación de Video: Eduardo Lao
Grabación Musical: José Vinader y Olga Santos (Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid, Director de Orquesta Manuel Coves)
Estilismo Peluquería: Sandra Sadler para Coolday
Realización Vestuario: Época Barcelona